Apoyamos la huelga regional del Cibao y llamamos a construir un plan de lucha unitario hacia una huelga nacional

Movimiento Socialista de Trabajadoras y Trabajadores

Ilustración: Koy Suntichotinun

El 24 de abril, en un nuevo aniversario de la Revolución de Abril, se paralizará la región Cibao. La Coalición de Organizaciones Populares del Cibao convocante de la huelga ha obtenido el apoyo de varias organizaciones sociales y de izquierda a nivel nacional. Desde el Movimiento Socialista de Trabajadoras y Trabajadores (MST) constatamos que sobran razones para protestar y nos solidarizamos con las exigencias que se plantean, entre ellas el aumento general de salarios, medidas contra el aumento de los precios de los alimentos, la electricidad, la gasolina, el gas y las medicinas; detener la destrucción ambiental, que se ponga fin a las AFP y ARS, apoyo al campesinado, acceso a servicios públicos de calidad en los barrios populares, alto a la brutalidad y la extorsión policial, y por el respeto a los derechos de las mujeres, incluyendo el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo.

La respuesta del gobierno ha evidenciado nerviosismo y vocación autoritaria. El ministro de Defensa, Díaz Morfa, anunció un operativo represivo denominado “Plan Hurón”, iniciado el 22 de abril. El memorandum dirigido por el ministro a las comandancias generales del ejército, la armada y la fuerza aérea emplea un lenguaje reminiscente de la dictadura balaguerista, al calificar los paros de labores y manifestaciones convocadas por organizaciones populares como acciones propias de “desaprensivos” y ordenar supuestos “Operativos de Seguridad Interior”para contrarrestar “acciones desestabilizadoras”, “contra la paz pública”, y que pondrían supuestamente “en peligro el orden constitucional”. Precisamente al cumplirse 39 años de la masacre militar contra las protestas populares de abril de 1984, ordenada por Jorge Blanco y Ramiro Matos, advertimos que una represión policial y militar echaría más gasolina al fuego del descontento y la protesta social.

Los verdaderos desaprensivos son los multimillonarios que nos gobiernan, quienes no dudan en colocar sus fortunas en paraísos fiscales para evadir impuestos y ocultar sus relaciones de negocios. Este es un gobierno que en sus tres años ha demolido y desalojado más viviendas populares de las que ha construido. Hemos visto a autoridades de salud que falsifican expedientes para ocultar las muertes de bebés en las maternidades como consecuencia de sus políticas de recorte presupuestario e incumplimiento del 4% del PIB para la salud pública, mientras se favorecen los negocios de las ARS y las AFP.

Un gobierno que intentó distraer con una falsa reforma policial mientras protege a los represores de la Policía Nacional, dedicados al robo, la extorsión y las ejecuciones y una DGM dedicada a violar masivamente los derechos humanos de los trabajadores inmigrantes haitianos. Un Ministerio del Ambiente complaciente con la megaminería y la destrucción de los ríos por parte de las granceras y de las zonas protegidas por parte de los constructores de la nefasta verja fronteriza o los capitalistas españoles del proyecto ilegal Bucanyé.

La mayoría perremeísta en el Congreso ha legislado contra los derechos democráticos del pueblo trabajador, como lo demuestra su proyecto de Código Penal con jurisdicción militar y disposiciones que legalizan la discriminación, o el proyecto de privatización del agua. En resumen, es un gobierno mentiroso, corrupto, que impone salarios de hambre mientras garantiza a los ricos exenciones tributarias, superexplotación laboral y el saqueo de los recursos naturales.

Por un plan de lucha unificado

Gremios de empresarios, burócratas sindicales, como el corrupto convicto Antonio Marte, bocinas gubernamentales, todos se han puesto del lado de Abinader y de los militares, rechazando la huelga. No podría ser de otra forma: ellos son los beneficiarios de este sistema de robo y explotación. En el terreno de la clase trabajadora, el desafío es pasar de acciones de vanguardia a la organización de un poderoso paro nacional. Consideramos que este reto exige dar una batalla política a lo interno de sindicatos y gremios como la ADP, el Colegio Médico y otros, para plantear la necesidad de adoptar planes de lucha en asambleas democráticas, que apunten a ir construyendo acciones nacionales articuladas de todos los sectores sociales movilizados.

La conquista de una seguridad social garantizada por el Estado, salarios dignos, poner fin a la destrucción ambiental capitalista, derrotar la corrupción, la impunidad, y la brutalidad policial, lograr una reforma tributaria progresiva que obligue a los grandes capitalistas a pagar impuestos, imponer la libertad sindical, poner fin a la campaña racista y neo-trujillista de Abinader, liquidando los elementos de apartheid de este régimen político, entre otras reivindicaciones de gran urgencia, solo se podrán lograr con la movilización masiva de toda la clase trabajadora.

Eso nos coloca ante una enorme tarea organizativa en la que debemos comprometernos colectivamente. Al mismo tiempo, necesitamos construir una alternativa política obrera y popular, pues con gobiernos capitalistas entreguistas y pro-imperialistas como los del PRM y el PLD-FP no puede haber solución para los problemas fundamentales de las mayorías populares. Deben gobernar las organizaciones de la propia clase trabajadora. Desde el MST trabajamos para aportar a la concreción de esta salida estratégica.

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2 comentarios en “Apoyamos la huelga regional del Cibao y llamamos a construir un plan de lucha unitario hacia una huelga nacional

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