Movimiento Socialista de Trabajadoras y Trabajadores
La noche del 2 de marzo se llevó a cabo una reunión en el Palacio Nacional convocada por el presidente Abinader para un pacto nacional sobre Haití. Asistieron 26 partidos, desde la extrema derecha del FNP hasta la centroizquierda de Opción Democrática, Alianza País y el Frente Amplio. El PLD y el PRD no asistieron. El gobierno presentó la concurrida asistencia como un éxito político y anunció que se realizarán nuevas reuniones con miras a emitir en abril el documento del pacto. Aunque Opción Democrática publicó un comunicado criticando la iniciativa como una maniobra para distraer de los problemas sociales más urgentes, consideramos que fue un error asistir a la reunión. Es necesario construir una oposición clara, en el Congreso y en las calles, frente a la política antidemocrática, racista y agresiva del gobierno, que consiste en la represión contra la comunidad inmigrante, la negación de derechos a las personas dominicanas de ascendencia haitiana y el llamado a la invasión y ocupación militar de Haití.
El contenido de este proyecto de pacto fue delineado durante el discurso presidencial del 27 de febrero. Abinader culpó a la comunidad trabajadora haitiana de la “desnacionalización de los mercados laborales”, la “sobrecarga de servicios públicos esenciales”, el “rezago de la modernización y tecnificación de áreas de producción estratégicas” y una supuesta amenaza a la “seguridad nacional”. Rechazamos estas falsedades, de tinte fascista. El presidente propuso crear un “mecanismo de consulta permanente, no necesariamente… formal, oficial y público”, sustituyendo al Congreso, para tratar el tema de Haití. Rechazamos esos mecanismos turbios entre camarillas de espaldas al pueblo.
También en su discurso, Abinader habló de una supuesta “agenda de poderes foráneos”, reiterando la vieja teoría conspirativa según la cual poderes internacionales tratan de imponer una “solución dominicana a los problemas de Haití”. ¡Pero Abinader pide a esos mismos “poderes foráneos” que invadan Haití!
La crisis actual del vecino país es en enorme medida consecuencia del golpe de Estado de 2004, apoyado por Bush e Hipólito Mejía, los 14 años de ocupación militar por parte de la Minustah entre 2004 y 2017, los fraudes electorales impuestos por la OEA, así como el tutelaje del Core Group, que continúa hasta la actualidad. Además de esto, siendo la República Dominicana un país dos veces invadido y ocupado militarmente por EEUU, es criminal que el gobierno de Abinader pida una invasión imperialista contra Haití.
A esta política exterior de agresión contra Haití se suman las consecuencias de la política racista, represiva y ecocida fronteras adentro. Ya han sido destruidos miles de metros cuadrados de manglares en Montecristi para la construcción de un muro xenófobo de inspiración trumpista. Abinader se jactó de haber realizado 171 mil deportaciones en 2022. Esto se hizo violando las leyes y la constitución, deteniendo arbitrariamente, allanando sin orden judicial, extorsionando, torturando y asesinando.
Con su agitación racista y xenófoba el gobierno ha buscado ganancias político-electorales en el corto plazo y abonado a la consolidación de un régimen de apartheid. Como resultado, se ha incitado a las acciones de grupos neonazis en coordinación con la Policía Nacional, así como expulsiones y linchamientos por parte de hordas fanatizadas y racistas en comunidades rurales.
La política de “unidad nacional” antihaitiana no es nueva. En noviembre de 2021, Abinader reunió en el Palacio Nacional a dirigentes políticos, empresariales y religiosos para ganar apoyo para sus medidas brutales de persecución racista contra la comunidad inmigrante. El 13 de enero de 2022 se emitió desde el Palacio Nacional una declaración conjunta llamando a las potencias imperialistas de EEUU, Francia, Canadá y la Unión Europea al “rescate de Haití”. Lamentablemente, Juan Dionicio Rodríguez del Frente Amplio, Manuel Celestino del Movimiento Izquierda Unida y Antonio Brito del Movimiento Rebelde aparecen entre las firmas de esa declaración. Alianza País no la firmó.
Abinader ha actuado como el aprendiz de brujo, cuyos hechizos escapan de su control y se vuelven contra él. Durante dos años se presentó como el campeón del racismo y la xenofobia. Obviamente el PLD y la FP son capaces de competir en ese mismo terreno, recientemente objetando que se legisle contra la trata de personas y que se brinde asistencia y protección a sus víctimas de nacionalidad haitiana. El aviso a los viajeros sobre la persecución racista en República Dominicana y la sanción a Central Romana por parte del gobierno estadounidense demuestran que la represión racista presenta potenciales costos económicos para el país. Por eso, y porque entramos en el período pre-electoral, ahora el gobierno busca este “pacto” para neutralizar críticas desde posiciones aún más extremistas.
Nuestra oposición a este “pacto” se fundamenta en que estamos contra la invasión de Haití y contra la persecución racista contra la comunidad trabajadora haitiana y dominicana de ascendencia haitiana en República Dominicana. Llamamos a todas las organizaciones que coincidan con esa posición a unir esfuerzos y movilizarnos contra la brutal regresión neotrujillista que se pretende imponer.
¡Ni ocupación imperialista en Haití ni apartheid en República Dominicana!