La comunidad inmigrante no es una carga, verdaderas cargas son las exenciones tributarias, la corrupción, el gasto militar y la deuda externa

Movimiento Socialista de Trabajadoras y Trabajadores

El gobierno de Abinader tiene más de un año insistiendo en que los partos de mujeres inmigrantes haitianas constituyen una gran carga para el Estado. Tal y como lo demostramos mediante un análisis de las cifras oficiales, el gobierno ha mentido alevosamente en sus estimados sobre el gasto que suponen esos partos. El gobierno falsifica cifras para aupar abrirle el camino a la violación de los derechos humanos, con cientos de detenciones y expulsiones de mujeres embarazadas, que el presidente ha dicho que continuarán, bajo el argumento cínico de que no se puede brindar atención médica a “dos países”. Ahora demostraremos que las verdaderas cargas económicas que tenemos sobre nuestros hombros son otras muy distintas.

Al mes de septiembre de este año se registraron unos 24,476 partos de mujeres inmigrantes haitianas en los hospitales del país. Tomemos como referencia el estimado de la actual directora del Hospital Maternidad Nuestra Señora de la Altagracia, de un gasto de 7 mil pesos por un parto vaginal y 11,5 mil pesos por un parto por cesárea, y supongamos que al final del año lleguemos a la cifra de 30 mil partos, manteniéndose la tendencia actual. Suponiendo además que la mitad de los partos sean por césarea, en base a estos datos llegaríamos a una cifra de 277.5 millones de pesos. 

Con certeza, la cifra real será incluso menor. Hay estimados según los cuales el gasto por parto es de entre 5 y 7.5 mil pesos, y menos de la mitad de los partos de las mujeres inmigrantes haitianas se realizan por vía cesárea. Probablemente también se atenderán menos partos de mujeres inmigrantes en vista de la persecución racista desatada contra ellas. Pero incluso esta cifra inflada de 277.5 millones de pesos representa menos del 1% del presupuesto de salud de este año, que fue de 148,3 mil millones de pesos. Es treinta y seis veces menos que la cifra inventada por el ministro de Salud, cuando habló de 10 mil millones de pesos.

Mientras tanto, el gobierno planifica un recorte de 24.8 mil millones de pesos a la salud para el año 2022. Como se puede ver, es Abinader, y no la comunidad inmigrante, quien amenaza a la salud pública.

Algún funcionario derechista del PRM podría argumentar que si bien el gobierno ha mentido, de todas maneras 277.5 millones de pesos es mucho dinero, volviendo sobre el argumento de que no se puede cargar con la comunidad inmigrante. Pues bien, veamos qué representa ese monto al lado del aporte económico que realiza la comunidad inmigrante, mayoritariamente haitiana.

Tomando el PIB del año 2020 y el estimado de crecimiento del 10% que el Banco Central ha calculado para este año, llegamos a un PIB estimado de aproximadamente 86.7 mil millones de dólares. En base al estimado de un aporte de la comunidad inmigrante del 9.5% del PIB, cálculo realizado por el Estudio Complementario de la Encuesta Nacional de Inmigrantes del año 2017, tendríamos un aporte de la comunidad inmigrante de unos 8.2 mil millones de dólares. Más de 460 mil millones de pesos, casi cuatro veces el presupuesto de salud del país. Más de 1,660 veces el gasto en partos de mujeres inmigrantes. La comunidad inmigrante además paga cuantiosos impuestos a través del ITBIS, los impuestos a los combustibles, entre otros. La clase trabajadora inmigrante no usa paraísos fiscales para evadir impuestos.

Puede concluirse sin lugar a dudas entonces que los partos de las mujeres haitianas en República Dominicana no representan una carga para el país. Por supuesto que ningún argumento económico podría justificar que el gobierno viole los derechos humanos cobardemente, como lo ha hecho Abinader. Pero es importante demostrar cuán grotescas son las mentiras del gobierno en materia económica contra la comunidad inmigrante haitiana.

Las verdaderas cargas de las que nos debemos liberar

Mientras tanto, hay otras cargas verdaderamente insoportables que el pueblo dominicano e inmigrante en este país debe soportar en virtud del régimen capitalista que padecemos y el gobierno de empresarios que lo encabeza. 

Las exenciones fiscales con las que el gobierno beneficia a las empresas capitalistas de las zonas francas, las grandes hoteleras, las megamineras y otras, representará este año unos 209.6 mil millones de pesos. Una carga criminal, el doble del presupuesto de salud. 

Otra carga que debemos soltar cuanto antes es la que representan los pagos de deuda externa. El pueblo dominicano nunca ha sido consultado a la hora de contraer deuda, gran parte de la cual además se ha destinado a alimentar la corrupción y los subsidios a las grandes empresas capitalistas que no pagan impuestos. Este año se irán 112.1 mil millones de pesos a pagos de la deuda externa.

El gasto militar, gran parte del cual se realiza bajo secreto de Estado, más allá de cualquier posibilidad de control ciudadano, alimentando la corrupción, es otra carga que en nada beneficia al pueblo trabajador. Mientras se recorta la salud, en el presupuesto de 2022 se aumenta el gasto militar a 41.8 mil millones de pesos

En uno de los peores casos de corrupción de este gobierno, el ministro de Educación, Roberto Fulcar, firmó con el PNUD un contrato de más de 13 mil millones de pesos para asesorías y apoyo logístico en la compra de equipos electrónicos. Equipos cuyo monto total era inferior al monto de la “asesoría”. Es una pesada carga, la que representan los tecnócratas corruptos del PNUD y sus socios del gobierno.   

Volvamos a la corrupción militar y policial. Nada más en la trama de los casos Coral y Coral 5G, según las propias autoridades, militares corruptos se robaron más de 4.5 mil millones de pesos. Gastos estatales perversos como la publicidad gubernamental, de 1.6 mil millones de pesos, o los barrilitos y cofrecitos en el Congreso, de 1.2 mil millones de pesos, continúan cayendo sobre los hombros de la clase trabajadora, de cuya explotación proviene ese dinero.

Todas esas son las verdaderas cargas que el gobierno pretende ocultar tras cortinas de humo y campañas de odio racista. El gobierno y los capitalistas quieren dividir a la clase trabajadora para seguir robándonos y explotándonos. Que nos distraigamos con fantasmas para que siga el saqueo. Es hora de abrir los ojos y salir a las calles a luchar, todas las personas oprimidas y explotadas, sin divisiones raciales, nacionales o religiosas, para lograr un verdadero cambio de fondo.

8 comentarios en “La comunidad inmigrante no es una carga, verdaderas cargas son las exenciones tributarias, la corrupción, el gasto militar y la deuda externa

  1. Tenemos que hacer incidencia sobre el abuso que esta cometiendo el presidente contra las pobres parturientas haitianas eso es muy injusto negaele a tensión a una mujer embarazada y con niños en manos tenemos que levantar nuestra voz para que no siga cometiendo esos abuso

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