Movimiento Socialista de Trabajadoras y Trabajadores

El partido Demócrata nuevamente se ha quitado la máscara y ha mostrado su rostro burgués imperialista, violador de los derechos humanos y racista. El gobierno de Joe Biden y Kamala Harris ha lanzado una operación represiva y de deportaciones contra los miles de refugiados que han cruzado la frontera con México hacia el estado de Texas, en su mayoría haitianos, pero también cubanos, venezolanos, nicaragüenses y otras nacionalidades de Latinoamérica y el Caribe, incluyendo dominicanos. Las impactantes imágenes de los guardias fronterizos cargando con sus caballos y blandiendo las riendas como látigos contra migrantes cargados de agua y alimentos han recorrido el mundo, destruyendo la imagen “democrática” y “progresista” con la que el gobierno estadounidense intentó presentarse en sus primeros meses de gestión.

El gobierno estadounidense muestra su doble moral, negando el ingreso a personas de países como Nicaragua y Venezuela, pueblos hacia los que despliega una demagogia permanente y una falsa solidaridad debido a los roces políticos que tiene con sus gobiernos. En el caso de los refugiados haitianos, el trato es incluso más brutal y abiertamente racista. No podemos olvidar la responsabilidad directa del gobierno de EEUU en la crisis económica, política y social que sufre Haití, apoyando golpes de Estado y ocupaciones militares, la última de las cuales culminó en 2017. También apoyó al gobierno de facto de Jovenel Moïse y ahora apoya al gobierno de facto de Ariel Henry, ejerciendo un tutelaje semicolonial a través del Core Group. Además, el gobierno de Biden y Harris protege a algunos de los autores intelectuales del magnicidio contra Moïse, asesinado por mercenarios colombianos en julio. Se trata de los jefes de las empresas CTU y Worldwide Capital Lending Group, con sede en Florida.

La vicepresidenta Kamala Harris viajó en junio a México y Guatemala a advertir que quienes intentaran migrar a EEUU sería interceptados y devueltos a sus países, ignorando el derecho al refugio y al asilo. El gobierno mexicano también viene jugando un rol represivo luego de que el presidente López Obrador pactara con Trump atacar a los migrantes que cruzan territorio mexicano rumbo a EEUU.

Tal y como lo demostró en su momento Obama, quien mantiene el record de mayor número de deportaciones en sus ocho años de gobierno, el tratamiento dado por los gobiernos capitalistas liberales a los inmigrantes es tan brutal como las políticas de la derecha republicana, y ha incluido prácticas como la reclusión prolongada de miles de personas en campos de concentración del complejo ICE. Exigimos la liberación de todas las personas privadas de su libertad por emigrar hacia EEUU.

También rechazamos las declaraciones del presidente dominicano Luis Abinader en Nueva York, al asegurar que «lo que está pasando EEUU lo pasamos todos los días nosotros«. Es ridículo su intento de victimizarse, mientras su gobierno también viola los derechos humanos y aplica políticas racistas en contra de las personas inmigrantes.

Mientras EEUU siga explotando y saqueando la región, miles de personas seguirán viéndose forzadas a emigrar cada mes hacia el norte. Por eso nos sumamos a las voces que internacionalmente reclaman que cesen las deportaciones, la brutalidad policial y la violencia racista del gobierno de Biden y Harris contra inmigrantes caribeños, centroamericanos, suramericanos, y de otras regiones. Que se reconozca la condición de refugiados de todas las personas que se han concentrado bajo el puente internacional de Del Río, en el lado estadounidense de la frontera, y que se respete el derecho al asilo.

¡Basta de represión! ¡Libertad para todas las personas inmigrantes detenidas! ¡Refugio y asilo ya!