Movimiento Socialista de Trabajadoras y Trabajadores
Fotos: Movilización del 22 de febrero en Bonao, convocada por el Colegio Médico Dominicano, la Coalición por una Seguridad Social Digna, la Coalición Ecológica y Popular de Bonao, entre otras organizaciones
En los últimos dos años, la movilización social por el derecho a la salud y a la seguridad social ha ido creciendo y extendiéndose por todo el país. Sin embargo, este es un gobierno que no escucha la voz del pueblo trabajador. Solo tiene oídos para sus socios banqueros y grandes empresarios, que no pagan impuestos y se llevan sus fortunas a paraísos fiscales. Por eso se pone del lado de las AFP y las ARS y contra el gremio médico en sus justas demandas, por eso viola el mínimo legal de 4% del PIB de inversión en salud pública, invirtiendo aproximadamente la mitad de ese monto, y en definitiva por eso está en contra de que la clase trabajadora tenga pensiones dignas luego de décadas construyendo la riqueza de este país.
Necesitamos poner fin al modelo privatizador de las alianzas público-privadas, los fideicomisos y las AFP que sacan gigantescas ganancias en el sucio negocio de negar pensiones a quienes realizan aportes al sistema. Para lograrlo hay que seguir aumentando las dimensiones de nuestra movilización en las calles, la contundencia de los paros laborales en el sector salud y los demás sectores. Se trata de que el Estado dominicano garantice a quienes han trabajado toda su vida, como los cañeros, los trabajadores rurales, los trabajadores del sector público y privado, quienes trabajan por cuenta propia, a todas las personas trabajadoras, una pensión digna para no llegar a la vejez en situación de indigencia. Y sustituir las ARS por un sistema de salud pública que garantice ese derecho fundamental a todas las personas.

El mismo esquema privatizador que nos niega el derecho a la seguridad social y a la salud es el que se impone en los proyectos de depredación ambiental que afectan a Bonao y otras zonas del país en las que se privilegia el saqueo minero por encima del derecho a vivir en un ambiente saludable, a la soberanía alimentaria y a la protección de nuestros ríos y fuentes de agua. Con tal de sacar ganancias hoy, no les importa condenar a la ruina a las futuras generaciones. Por eso todas estas luchas están relacionadas, pues se libran contra un mismo sistema económico y un régimen político que no están al servicio de las grandes mayorías populares, sino de una minoría de multimillonarios explotadores, saqueadores y depredadores.

Construyamos democráticamente un plan de lucha para poner fin a las ARS y AFP y hacer valer nuestro derecho a la salud y a la seguridad social. Con la unidad de la clase trabajadora y los sectores populares podemos triunfar.
¡Ni AFP ni ARS! ¡No más depredación ambiental!