Movimiento Socialista de Trabajadoras y Trabajadores

El 15 de julio, el Consejo de Seguridad de la ONU decidió por unanimidad extender por un año más el mandato del Buró Integrado de las Naciones Unidas en Haití (BINUH). La BINUH da continuidad a la injerencia política del imperialismo en Haití, representada en los últimos años por la Misión de las Naciones Unidas para la Estabilización en Haití (MINUSTAH) y la Misión de las Naciones Unidas para el apoyo a la Justicia en Haití (MINUJUSTH). La MINUSTAH mantuvo al país ocupado militarmente entre 2004 y 2017, con contingentes de tropas de hasta 9 mil soldados provistos por Lula, los Kirchner, Bachelet, Correa, Evo, Mujica y otros gobiernos reformistas de Latinoamérica, así como los maoístas de Nepal. La MINUJUSTH entre 2017 y 2019 tuvo más de mil agentes policiales y asesores de seguridad.

El fracaso de la ocupación y la injerencia imperialista en Haití está a la vista. Los gobiernos mafiosos impuestos en Haití mediante fraudes electorales con apoyo de la ONU, la OEA y el Core Group, otra instancia de injerencia de los gobiernos de Europa y Norteamérica, han conducido a una crisis profunda económica y social y al colapso virtual del Estado, aprovechado por las pandillas del crimen organizado para lograr un control territorial de gran parte del país. Estos gobiernos de derecha, especialmente Martelly y Jovenel Moïse, también se beneficiaron de la corrupción junto a la boliburguesía que gobierna Venezuela, robándose más de 2 mil millones de dólares del fondo de Petrocaribe.

La aprobación unánime de la resolución presentada conjuntamente por EEUU y el gobierno mexicano encabezado por el falso izquierdista López Obrador, para extender la misión del BINUH, también desenmascaró la complicidad del imperialismo ruso y chino con la injerencia de EEUU en Haití. EEUU ocupó militarmente a Haití entre 1915 y 1934. Luego apoyó dictaduras como las de la dinastía Duvalier, hasta fines de los 80’s, en los 90’s tuvo una intensa injerencia, incluyendo la imposición de políticas económicas que destruyeron la agricultura del país.

El imperialismo y la burguesía haitiana han llevado al país al desastre. No es con más injerencia imperialista que Haití superará la actual crisis, sino con la solidaridad de los trabajadores del mundo, con el pago de reparaciones por parte de EEUU y Francia, y con la anulación de la deuda externa. Tampoco merece confianza otra fórmula política de la burguesía haitiana. El consenso necesario es el de la clase trabajadora y los sectores populares de Haití, son los verdaderos interesados en que se solucionen los problemas de las grandes mayorías, por lo tanto son quienes deben gobernar.