La Voz de los Trabajadores
Foto: Micely Díaz
Decenas de trabajadores cañeros se congregaron la mañana del 31 de mayo frente al Palacio Nacional para exigir el reconocimiento y pago de sus pensiones por parte del gobierno. La Unión de Trabajadores Cañeros (UTC) estima que más de 15 mil cañeros esperan por el pago de sus pensiones luego de haber laborado durante décadas para la industria azucarera. En una de sus pancartas los cañeros emplazaron directamente al presidente Abinader, quien el 26 septiembre de 2020 en el Ingenio Porvenir de San Pedro de Macorís anunció que pagaría 1,610 pensiones a trabajadores cañeros haitianos, pero mintió: «Aquí estamos, presidente Abinader, Ud. no ha cumplido a los cañeros».
El dirigente de la UTC, Jesús Núñez, destacó que con esta protesta acumulan 644 manifestaciones y continuarán movilizándose, atacando los símbolos del poder, hasta lograr que el gobierno cumpla con su compromiso. «Ahora hay un estudio que habla de las barreras en el acceso a las pensiones de los cañeros haitianos en la República Dominicana, niegan el documento con el que trabajaron que es la ficha del Ingenio, con eso se les descontó la cuota de la seguridad social y con eso deben pagarles. Ni un paso atrás, los cañeros ni se cansan ni se rinden», expresó el dirigente cañero. Núñez hizo referencia a la investigación de la académica y activista Micely Díaz Espaillat, publicado en mayo de este año.
Este estudio evidencia que actualmente solo 1,415 cañeros haitianos están recibiendo el pago de su pensión, y lo que es incluso más grave es que el gobierno de Abinader suspendió en enero de 2021 el pago de 379 pensiones de cañeros que ya las recibían, un brutal ataque antiobrero.
Algunos de los cañeros entrevistados plantearon que llegaron entre las décadas de 1950 y 1970, por lo que llevan más de 50 años trabajando en el país, sin que hasta ahora el gobierno y los empresarios del azúcar honren sus derechos laborales.
Ante las acusaciones y ataques de la Dirección General de Jubilaciones y Pensiones (DGJP) contra la organización cañera, varios trabajadores cañeros entrevistados consideraron que se trata de maniobras de distracción, alegaron que «el problema no es Jesús (Núñez), sino que el gobierno no quiere otorgar las pensiones», y reivindicaron la lucha de la UTC.
A las amenazas del gobierno se suma la persecución de los explotadores de Central Romana, propiedad de los capitalistas cubano-estadounidenses de la familia Fanjul, quienes han arremetido contra trabajadores cañeros por realizar actividades sindicales. La UTC publicó una carta remitida el 11 de febrero por el director de relaciones laborales de Central Romana, Ramón A. Inoa Inirio, al trabajador Alexander Reymond, intimándolo a abandonar su casa en el batey EC-80. Se trataría de una retaliación contra un trabajador que tiene 49 años trabajando en la industria azucarera, por haber realizado una reunión de trabajadores cañeros en su hogar. Durante dicha reunión, guardias de la empresa rodearon la casa y expulsaron a los trabajadores, en una abierta violación a la libertad sindical.
