Movimiento Socialista de Trabajadoras y Trabajadores
El Ministerio de Cultura anunció el 2 de mayo, durante la clausura de la edición XXIV de la Feria Internacional del Libro de Santo Domingo (FILSD), que el invitado de honor para la FILSD del año que viene será el Estado de Israel. De esa manera concluyó un evento cultural plagado de escándalos de censura y persecución racista y homófoba contra escritoras, poetas y artistas por parte de sectores conservadores, grupos de ultraderecha y el propio gobierno dominicano. El anuncio de que se homenajeará al régimen de apartheid israelí el año que viene, profundiza el carácter antidemocrático que el gobierno de Abinader le está imprimiendo a este evento cultural.
El anuncio se realiza en el marco de una impresionante violencia colonialista en Palestina. Decenas de palestinos fueron asesinados durante los meses de abril y mayo por parte del régimen sionista de Israel, incluyendo feroces ataques armados por parte de las fuerzas represivas contra personas que observaban el Ramadán en la mezquita de Al Aqsa. El 11 de mayo, soldados de la entidad israelí asesinaron con un disparo en la cabeza a la afamada periodista palestina Shireen Abu Aqleh. Luego atacaron salvajemente su funeral, hiriendo a más de treinta personas. Menos de una semana después, atacaron también el funeral del joven palestino Walid al-Sharif, asesinado por la represión israelí en Al Aqsa. A comienzos de mayo, las autoridades colonialistas ordenaron la expulsión de mil trescientos palestinos y la destrucción de sus hogares en la comunidad de Masafer Yatta, en Cisjordania.
La lista de crímenes cometidos por el régimen de apartheid israelí es interminable. Se trata de una política sistemática y brutal de limpieza étnica, impulsada con el objetivo de construir una entidad colonial basada en criterios de supremacismo racial y religioso desde la Nakba, la catástrofe que significó para el pueblo palestino su desplazamiento forzoso masivo, las masacres, la negación del derecho al retorno para los refugiados y la ocupación militar permanente que lleva a cabo Israel, desde su fundación en 1948 con el apoyo del imperialismo y el estalinismo.
Ante la ofensiva militar en mayo del año pasado, nuestra organización, junto a otras organizaciones sociales, sindicales y de izquierda dominicanas, repudiamos los crímenes de lesa humanidad de la entidad sionista. Por su parte, organizaciones de extrema derecha dominicanas expresaron su apoyo a Israel. Se trata de los mismos sectores que históricamente han violentado los derechos democráticos del pueblo dominicano, apoyando la invasión y ocupación estadounidense de 1965 y las dictaduras de Trujillo y Balaguer.
El presidente Luis Abinader, por su parte, al subordinarse completamente al gobierno de EEUU, ha seguido las pautas dictadas por Washington ante el tema palestino. En 2020, por ejemplo, anunció que seguiría los pasos de Trump e instalaría la embajada dominicana en Jerusalén. Esta posición, que implica un tácito reconocimiento de la Jerusalén ocupada como capital de la entidad colonial israelí, en abierta violación a todas las resoluciones de la ONU sobre el tema, no solo viola la legalidad internacional que el canciller Roberto Álvarez dice respetar, también lesiona la dignidad del pueblo dominicano y deshonra su historia. Debemos repudiar las políticas imperialistas, el colonialismo y el racismo que sufre el pueblo palestino, que es similar al que tantas veces hemos sufrido en la República Dominicana y en nuestra región caribeña a manos del imperialismo.
Es por todo esto que exigimos que el gobierno dominicano retire su invitación al régimen israelí a participar como invitado de honor en la FILSD 2023 y llamamos a todas las organizaciones democráticas, antirracistas y que se oponen al colonialismo y el imperialismo a pronunciarse llamando al gobierno dominicano a no homenajear a un régimen que desde hace décadas comete el delito de lesa humanidad del apartheid. La FILSD no debe ser un evento para la apología oficial del racismo, el colonialismo y el fascismo.