José Rafael Capellán
Andan diciendo por ahí, que los maestros y maestras del país ganamos mucho dinero. Incluso, los voceros y voceras del gobierno llegan a comparar nuestro salario con el que reciben el grueso de los empleados estatales. Su intención es crear la ideología de que los docentes somos un sector privilegiado y cuestionar nuestro derecho a protestar por aumento de salario.
Lo primero que debemos aclarar es que la gran mayoría de los empleados públicos gana sueldos de miseria. Algunos reciben el salario mínimo, exceptuando los de limpieza en los distintos ayuntamientos de la nación, que reciben la mitad de lo que establece la Ley.
El Banco Central reconoce que los docentes del sector público entramos en la categoría de profesionales e intelectuales y que estamos capacitados para impartir educación de calidad. Entonces, ¿por qué cuestionan que exijamos salario y condiciones laborales acordes con nuestro status profesional?
Estos señores comparan nuestro salario con los demás servidores públicos que ganan menos, pero no con el que devengan los congresistas, ministros y demás altos funcionarios estatales.
Representa una vergüenza, por ejemplo, que el gobierno pague cada mes un millón de pesos al superintendente de Bancos, 800 mil para el de Seguros, 770 mil para el de Valores, 676 mil para el de Electricidad, 700 mil para Pensiones y Salud respectivamente, 630 mil el director general de Aduanas, 598 mil para el de impuestos internos, 500 mil para Procompetencia, y así por el estilo.
Y siguen los sueldazos
En el Banco Central, tres funcionarios devengan salarios que superan el millón de pesos mensuales. Estos son el Gobernador (RD$1,513,380), la Vice gobernadora (RD$1,411,790) y el Gerente (RD$1,253,535). Hay que agregar otros ingresos directos e indirectos por concepto de viáticos, compensaciones, vehículos y combustibles.
Y también la élite judicial se beneficia. Los nueve jueces que no fueron confirmados en la Suprema Corte de Justicia (SCJ) por el Consejo Nacional de la Judicatura seguirán devengando sus salarios de cerca de 400 mil pesos mensuales.
De los legisladores, diputados y senadores, hay mucho que decir. Leamos lo que publicó el periodista Ramón Pérez en Listín Diario:
El paquete a favor de los legisladores incluye dos exoneraciones de vehículos durante su período legislativo de cuatro años. Además, reciben, en el caso de los miembros de la Cámara de Diputados de la República Dominicana, cerca de RD$175,000 de sueldo fijo. También RD$87,000 de entrada extra a su salario normal; RD$35,000 en gastos de representación y una cuota mensual de RD$20,000 para combustible. Además, todos los legisladores perciben RD$3,500 sólo por asistir a las asambleas legislativas y RD$2,000 al acudir a las reuniones de las comisiones. Los legisladores también tienen la posibilidad de acceder a un programa de ayuda de hasta RD$90,000. Son llamados barrilitos, si es para diputados, mientras que el cofrecito es para senadores.
Estos son los privilegios que tienen los senadores y diputados
También hay que tomar toma en cuenta otros beneficios, como el pago de vivienda en la capital, combustibles, viáticos, celulares, gomas para sus medios de transporte, chofer y seguridad y las dos exoneraciones de impuestos para la importación de igual número de vehículos durante el período legislativo.
Otro dato importante: por tener 222 legisladores, o sea, 32 senadores y 190 diputados, el Congreso dominicano fue considerado en años recientes por la revista Forbes como el más caro de la región de Centroaméca y el Caribe. Cuando, por los sueldos que devengaban sus miembros entonces, nuestro país solo era superado por Panamá.

Parece mentira, pero lo que hemos explicado hasta aquí, es una muestra de cómo se deciden los sueldos en nuestro país, por parte de quienes nos gobiernan. Hay dinero para este despilfarro en favor de un grupo de altos funcionarios afortunados, pero no hay dinero para un sector tan sacrificado como los docentes. Dinero que proviene, fundamentalmente, de los impuestos y tributos que pagamos los dominicanos y dominicanas.
De manera que eso de estar comparando nuestro miserable salario con el que reciben los servidores estatales de base, es una forma de quitar méritos a nuestro trabajo y fuerza a nuestras demandas salariales y laborales. A esos señores del poder, expertos en la mentira, se les peló el billete. Nosotros y nosotras no vamos a descansar hasta que sean satisfechas nuestras exigencias.
A diferencia, de los que reciben sueldos y compensaciones privilegiadas, los y las docentes, para poder sobrevivir malamente, tenemos que endeudarnos, recibiendo al mes nuestro salario con descuentos que pueden llegar hasta un 50%.
Sigamos con nuestras movilizaciones. Integremos a nuestros estudiantes, padres y tutores, así como a las comunidades aledañas a nuestros respectivos centros educativos. Coordinemos nuestra lucha a la de otros sectores que levantan demandas tan justas como las nuestras.
Unidad y coordinación debe ser la consigna.
Otras fuentes consultadas
1.- Situación del personal docente de la República Dominicana 2019. Oficina Nacional de Planificación y Desarrollo Educativo.
2.- Diana Rodríguez. Diario Libre. 28 y 29 de marzo, 2022.
3.- Esteban Delgado. 23 septiembre, 2021
4.- Pedro Castro, abril 6, 2019
Un comentario en “Bajar sueldazos de altos funcionarios y subir salarios a docentes”