Movimiento Socialista de Trabajadoras y Trabajadores
Este miércoles 28 de abril la Cámara de Diputados aprobó, en primera lectura, un Código Penal antidemocrático que viola los derechos reproductivos de las mujeres dominicanas. Se trata de un Código que continúa penalizando el aborto sin excepciones, tal y como exigían grupos de extrema derecha y fundamentalistas religiosos. Queda pendiente la segunda lectura. Las organizaciones de mujeres están convocando una gran marcha el 23 de mayo, en apoyo a la despenalización del aborto en las tres causales y un amplio abanico de reivindicaciones sociales. Con la fuerza de la movilización es posible doblarle el brazo a este gobierno enemigo de las mujeres.
Las encuestas vienen de manera consistente demostrando que la mayoría del pueblo dominicano está en contra de la penalización absoluta del aborto. En 2018 y 2019 la encuestadora Gallup estableció que dos terceras partes de la población se opone a la actual legislación en el tema. Sin embargo, en las votaciones de la Cámara de Diputados quedó en evidencia una vez más que es una cueva de corruptos y misóginos que actúan de espaldas al pueblo dominicano y conspiran en contra de sus derechos democráticos más elementales.
Desde 1997 se han realizado varios intentos de actualizar el Código Penal, vigente desde 1884. En 2006 y 2016 el texto aprobado por el Congreso fue observado y devuelto por el presidente Danilo Medina, por no incluir la despenalización del aborto en las tres causales: riesgo para la vida de la madre, embarazo producto de violación o incesto, e inviabilidad del feto. El doble discurso del PLD, cuya mayoría parlamentaria aprobó en dos ocasiones textos legales misóginos que penalizaban de manera absoluta el aborto, para luego ser vetados “salomónicamente” por el presidente, tiene continuidad en las maniobras de Abinader y el PRM. Violando su programa de campaña, presentaron el proyecto de Código Penal excluyendo las causales y plantearon que el tema quedaría para una ley especial. Ante el amplio repudio a esta demagógica oferta, el presidente optó por adoptar la línea que bajó la alta jerarquía de la Iglesia Católica de prometer un referendo consultivo en un futuro indeterminado. Esto también fue repudiado por el gravísimo precedente que implicaría someter el derecho a la salud de las mujeres y su autonomía reproductiva a lo que decida una mayoría electoral circunstancial, simplemente porque así lo solicite una organización religiosa.
Votaciones vergonzosas
Al someterse a votación el informe disidente que planteaba la despenalización del aborto en las tres causales, quedó al descubierto la cloaca parlamentaria: 111 votos en contra y solo 45 a favor, con 7 abstenciones. El PLD, cuyo Comité Político había aprobado tres días antes votar a favor de las causales, quedó en ridículo: 20 votos a favor y 30 votos en contra. El PRM aportó 20 votos a favor y 56 en contra, demostrando su condición antidemocrática y reaccionaria. Todos los 14 votos leonelistas de la Fuerza del Pueblo se emitieron contra las causales, demostrando que son enemigos acérrimos de las mujeres. El llamado “Bloque Juan Pablo Duarte” integrado por el centroizquierdista Frente Amplio y los derechistas de DxC votaron de manera dividida. Los tres derechistas del PQDC, PCR y BIS votaron en contra, así como los cuatro del PRSC. Los dos diputados de Alianza País votaron a favor del informe disidente, del que era coautor José Horacio Rodríguez. Pero varios de los diputados que votaron a favor del informe disidente también votaron cinco minutos después por el informe oficial que excluía las tres causales. Apenas hubo 16 votos en contra del texto que quedó aprobado con 155 votos favorables. Entre los diputados y diputadas que votaron a favor de ambos informes estuvo el presidente de la Cámara de Diputados, el perremeísta Alfredo Pacheco.
Hay que profundizar la lucha con la unidad de todos los sectores
Esto no ha terminado. Seguiremos luchando en las calles para aumentar el costo político de aprobar un Código Penal misógino. Si se impone en el Congreso hay que exigir a Abinader que vete y devuelva la ley. Pero, aún más, hay que profundizar la lucha, propiciando la unidad entre todos los sectores afectados por las políticas antipopulares y antiobreras del gobierno. La marcha del 23 de mayo es una gran oportunidad para mostrar en las calles la fuerza de las mujeres, los trabajadores, los campesinos, las comunidades de los barrios y todos los sectores que vienen luchando y resistiendo. La verdadera oposición al gobierno no está representada en el Congreso, pero se expresará en las calles y tenemos el reto de construir al calor de la lucha una alternativa política de la clase trabajadora para lograr el verdadero cambio de fondo que merecemos.
Un comentario en “El Congreso misógino es una vergüenza nacional”