Manuel Gual
Ha sido un triunfo de las organizaciones ambientales y sociales el anuncio del presidente Danilo Medina de que se suspende la autorización a la empresa española Globalia para construir un hotel en la zona protegida. Sin embargo la pugna, que ya lleva dos décadas, no ha terminado. No se puede confiar en lo más mínimo en la comisión designada por el gobierno para estudiar el caso, pues incluye al mismo ministro del ambiente que otorgó el fraudulento permiso que hoy está cuestionado y suspendido. La lucha debe continuar hasta lograr que sea definitivamente derrotado ese proyecto depredador y que se restituya toda la extensión original del Parque Nacional del Este, ahora llamado Parque Nacional Cotubanamá.
El gobierno violó las leyes al autorizar la construcción de un hotel de 96 cabañas mediante el Permiso Ambiental 3771. Pero los ataques contra el parque nacional vienen de tiempo atrás.
Ya se cumplen dos décadas de intentos de los gobiernos de Leonel Fernández, Hipólito Mejía y Danilo Medina de permitir el avance de este agresivo empresario español. Complaciendo las aspiraciones del capitalista Pepe Hidalgo, el primer gobierno de Leonel Fernández emitió un certificado indicando que la parcela que luego sería adquirida por Hidalgo quedaba fuera del Área Protegida. En septiembre de 2000, el gobierno de Hipólito Mejía decreta que la parcela en cuestión “queda excluida” del área del Parque Nacional del Este. Con estos favores obtenidos de los gobiernos de Leonel e Hipólito, el empresario compra en octubre de 2000 la parcela de 240 mil metros cuadrados pertenecientes al parque nacional.
Cuando en 2004 el capitalista ibérico hizo su primer intento de construir en el parque nacional, la resistencia de los ambientalistas y la comunidad permitió evidenciar que el decreto de Hipólito era ilegal. Para modificar el área de un parque nacional era necesaria una nueva ley. Pero el 30 de julio el senado controlado por el gobierno de Hipólito promulga una ley que reduce el área del Parque Nacional, separando un territorio que pasa a constituir el Área de Recreo Guaraguao-Punta Catuano. Una nueva maniobra para complacer al empresario hotelero. Debido a las denuncias y la movilización de los ambientalistas a nivel nacional e internacional contra el proyecto depredador, pasarían varios años antes de que se emprendiera una nueva ofensiva.
En noviembre de 2019 el ministro del ambiente Ángel Estévez convocó a una vista pública del proyecto, redenominado como Leaf Bayahibe. Es de notar que Hidalgo ya cuenta con otros hoteles en la región. Y el 14 de enero de este año se otorga el permiso cuya aplicación está actualmente suspendida.
Todo este trayecto histórico demuestra que el PLD y el PRD, así como FP y el PRM, son partidos al servicio de los capitales extranjeros, dispuestos a depredar el patrimonio natural del país. Solo la movilización y la denuncia permanente puede derrotarlos, pero mientras estén en el poder seguirán maniobrando para avanzar en la destrucción de ese patrimonio. Para lograr un desarrollo sostenible y defender nuestro patrimonio natural es imprescindible sacar a los depredadores y corruptos del poder, imponiendo un gobierno de las organizaciones obreras y populares.