Manuel Gual

Culminando una gira que lo llevó a Colombia y Costa Rica, el secretario de Estado yanqui, Mike Pompeo, se reunió en Jamaica el 22 de enero con los cancilleres de Bahamas, Belice, Haití, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía, República Dominicana, y el propio país anfitrión. El hecho de que no participaran todos los gobiernos de la Caricom indica que el gobierno yanqui ha avanzado en su política de debilitar ese bloque regional. Los gobiernos de Barbados y Trinidad y Tobago rechazaron la invitación a la reunión, en rechazo a la política divisionista de los yanquis, que ya se puso de manifiesto en la reunión de Trump con la mayoría de esos gobiernos en Florida en marzo del año pasado.

República Dominicana, debido a la política proyanqui de sus gobiernos, no forma parte del Caricom. La asistencia de Danilo Medina a la reunión con Trump y de Miguel Vargas a la reunión con Pompeo ratifica esa política de total lambonismo. Cuando Danilo asistió, tenía la expectativa de conseguir apoyo yanqui para su proyecto reeleccionista, lo que no logró pese a mostrarse como un verdadero perro amaestrado. Vargas aseguró que durante su reunión con Pompeo le propuso reimpulsar el rol de la OEA en la región. Tenía razón el Che Guevara cuando decía que la OEA era un ministerio de colonias, y no se puede olvidar el rol criminal que jugó en la invasión de 1965. Necesitamos una política exterior independiente, que procure la unidad de los pueblos caribeños, integrándonos para luchar contra los mecanismos de dominación que nos afectan por igual, como la deuda externa y los tratados de libre comercio.