Movimiento Socialista de Trabajadoras y Trabajadores

En diciembre de 2022, Minou y Manolo Tavárez Mirabal, hijos de Manuel Tavárez Justo y Minerva Mirabal, dirigieron una carta abierta al presidente de la Academia Dominicana de la Historia, Juan Daniel Balcácer, denunciando la incorporación a dicha institución del esbirro Ramiro Matos González, quien habría presentado credenciales falsas a tal fin. La designación enloda aún más a esta Academia, fundada en 1931, durante la dictadura trujillista, y que se ha venido asumiendo, al igual que el Instituto Duartiano, como portavoz del pensamiento antidemocrático y reaccionario. Entre los crímenes atribuidos a Ramiro Matos, militar durante los períodos más represivos del siglo XX, están la tortura y asesinato de Manuel Aurelio (Manolo) Tavárez Justo, la ejecución de Francisco Alberto Caamaño Deñó, el asesinato y desaparición forzada de expedicionarios de 1959 y dirigir como Secretario de las Fuerzas Armadas la sanguinaria represión del gobierno de Jorge Blanco contra las protestas populares de abril de 1984, dejando a cientos de personas asesinadas.

Nos solidarizamos con la carta abierta de Minou y Manolo Tavárez Mirabal contra esta designación, que ubica a la Academia en una situación de abierta complicidad y apología del crimen, así como con la exigencia a la Procuraduría General de la República, que dice ser independiente, a que accione para poner fin a la impunidad. 

En abril de 2021, un año antes de la admisión de Ramiro Matos González en la academia, murió cobijado por la más completa impunidad Santiago Alfonso Cruz Valerio, el último de los esbirros condenados por el asesinato de las hermanas Mirabal y Rufino de la Cruz. Solo estuvo dos años en prisión por ese crimen. En diciembre de 2022, la Junta Central Electoral emitió el acta de defunción de Francisco Caamaño Deñó, admitiendo oficialmente que la causa de su muerte fue un homicidio por impacto de bala. El Estado dominicano y los sucesivos gobiernos de la falsa democracia han sido encubridores y cómplices de los más atroces represores, y las actuales instituciones, incluida la Academia Dominicana de la Historia, se suman a esa vergonzosa tradición.

No es casual que esa academia que admite a un esbirro en sus filas, sea la misma que amplifica discursos afines al fascismo, como el pronunciado por Frank Moya Pons, en febrero de 2022, a nombre de la institución durante la admisión de Miguel Reyes Sánchez. En ese discurso, Moya Pons se hizo vocero de la teoría conspirativa según la cual el Estado dominicano está amenazado por una fantasmagórica corriente intelectual “prohaitiana” que “promueve una nueva ideología racial” y que cuestionaría los “fundamentos” de la nación dominicana. Así es la derecha: se indigna y ataca con mentiras a las corrientes académicas e intelectuales críticas mientras abraza a un militar asesino, ¡y con esa descompuesta moral pretende abanderar un supuesto “patriotismo”!

Nos ponemos a disposición de los familiares de Manolo Tavárez Justo, Francisco Caamaño Deñó y todas las víctimas de Ramiro Matos González para apoyar la organización de una movilización, que pudiera dirigirse a la Procuraduría General de la República o a la sede de la Academia Dominicana de la Historia, para exigir justicia y castigo para el “esbirro historiador”. Sigamos levantando nuestras voces por una Comisión de la Verdad sobre los crímenes de Estado de los regímenes de Trujillo y Balaguer contra el pueblo dominicano y por el fin de la impunidad.