Movimiento Socialista de Trabajadoras y Trabajadores
Movimiento Feminista Hermanas Mirabal
El actual alcalde de Santiago, Abel Martínez, es uno de los políticos más descompuestos del PLD, con un amplio expediente de acusaciones de corrupción por sus actuaciones como diputado y alcalde. Denunciamos que en la desesperación por escabullirse de estas denuncias de corrupción, el alcalde apela al recurso de incentivar el odio racista y xenófobo en contra de los inmigrantes haitianos, llegando al extremo de hacer apariciones públicas con agrupaciones de ultraderecha que reivindican a Trujillo y a Mussolini, como la Antigua Orden Dominicana. Exigimos a las autoridades que no haya “borrón y cuenta nueva”, que Abel Martínez no quede en la impunidad y que se investiguen sus vínculos con estos grupos neofascistas, racistas y xenófobos.
El comportamiento de Abel Martínez sigue un patrón desde hace años, cada vez que se ve acorralado por las denuncias de corrupción saca a relucir su disfraz patriótico, aliñado de xenofobia y racismo. Martínez fue interrogado en marzo de 2017 en relación con la corrupción del caso Odebrecht. Recordemos que dirigió la cámara de diputados entre 2010 y 2016, cuando se aprobó el endeudamiento para contratar las obras con la transnacional brasileña. Odebrecht admitió haber pagado sobornos en RD que se estiman en 92 millones de dólares, pero hasta ahora la complicidad de las autoridades ha dejado en la impunidad estos casos de corrupción. Los corruptos deben ir a la cárcel y que el Estado recupere lo robado.
No es el único caso de corrupción al que se le asocia. Como presidente de la Cámara de Diputados gastó más de 7,38 mil millones de pesos en donaciones sociales, publicidad y bonos navideños, gasto no solo exagerado y abusivo sino también con frecuencia no autorizado legalmente, tal y como lo demostró una auditoría de la Cámara de Cuentas en 2015. Nada más en Alimentos y Bebidas se gastó más de 4 millones de pesos sin la debida autorización. En publicidad se gastó más de 454 millones de pesos. Estos casos se volvieron a ventilar este año, al repasar la corrupción de los años en los que Martínez estuvo a la cabeza de la Cámara de Diputados. Sus allegados más íntimos también han sido investigados, en 2018 se atribuyeron decenas de millones de pesos en fraudes con cambio de cheques en el Ayuntamiento de Santiago a René Guzmán Corporán, quien no solo trabajaba con el alcalde sino que venía de ser parte de su anillo en la Cámara de Diputados.
Su pose de “patriota” no le queda nada bien al alcalde peledeísta, no solo por haber formado parte de uno de los gobiernos más entreguistas y proimperialistas de nuestra historia, sino por hechos específicos como el papel que jugó en la Cámara de Diputados cuando se aprobó el proyecto de entrega a la minera canadiense Barrick Gold, el cual se votó sin previa lectura, hipotecando por la vía rápida a la soberanía nacional.
Este año han arreciado las denuncias contra la corrupción de Abel Martínez. En febrero se denunció que por cada 185 pesos que la alcaldía gastaba en fiestas, comidas y bebidas, se gastaban apenas 100 pesos en obras comunitarias. En mayo de 2020 el alcalde fue acusado de malversar 3,031 millones de pesos por concepto de contratos ilegales para la recolección de los desechos sólidos, inversión en obras, gastos de representación y gastos de bebidas y alimentos. En junio un contratista anunció que demandaría a Abel Martínez por una deuda de 150 millones de pesos, por un contrato para la instalación de 26 mil luminarias en el municipio.
Su gestión de alcalde se ha caracterizado por sus ataques violentos contra comerciantes informales y trabajadores humildes. Prepotente y autoritario, pretende sacar capital político de su ensañamiento con los más explotados y los más pobres. De ahí que manipule el odio xenofóbico y racista que existe en algunos sectores para tratar de desviar la atención del agua que le sube al cuello por sus actos de corrupción. En agosto de 2018 Martínez publicó un video en el que se realizan decenas de detenciones arbitrarias y violentas contra inmigrantes haitianos. El propio alcalde decía que 350 personas habían sido detenidas. Pese a no tener competencias en materia migratoria, el alcalde encabezaba la represión. En medio de los famosos operativos, se ha golpeado brutalmente a personas haitianas y se les roba sus mercancías y dinero, también trabajadores dominicanos han sido heridos de bala por las huestes represivas del alcalde, como ocurrió en el Mercado de las pulgas en marzo de 2017 cuando operaba en el sector El Ingenio Arriba. El solo hecho de tener la piel oscura ha bastado para que muchos dominicanos sean agredidos por la policía municipal y se han denunciado casos de expulsiones a Haití de personas de nacionalidad dominicana por ser negras y no portar su documentación al momento de su detención arbitraria.
En mayo de 2018, Abel Martínez exigió la deportación de “más de un millón haitianos” (la totalidad de los inmigrantes de todas las nacionalidades en nuestro país no llegan a 600 mil personas) y dijo que desconocía el proceso de regularización de inmigrantes que realizaba el gobierno. Increíblemente no hubo ninguna consecuencia para una autoridad que anuncia a los cuatro vientos que irrespetará las leyes. El 30 de agosto de este año el alcalde publicó un video en las redes sociales en el que se le puede ver desalojando a un grupo de niños, entre los que se encontraban tanto haitianos como dominicanos, de un parque en el sector Los Cerros de Papatín. Ante la lluvia de críticas a este comportamiento autoritario y racista del alcalde, los mensajes fueron desactivados en las redes sociales de la alcaldía.
Pero el sentido de este montaje estaba claro. Por eso el 4 de septiembre activistas de grupos de ultraderecha y paramilitares realizaron una concentración bajo la consigna “Abel Martínez no está solo”, expresando apoyo a las acciones de atropello contra inmigrantes haitianos por parte del alcalde. Posteriormente el alcalde hizo una aparición conjunta con el grupo paramilitar AOD, ataviados con cascos nazis y máscaras tácticas con calaveras, como es la costumbre de este grupo. El alcalde tiene que estar desesperado para recurrir al apoyo de estos sectores. Ello lo convierte en un peligro para la comunidad de Santiago. Por ello exigimos que no haya impunidad y que avancen rápidamente las investigaciones de corrupción en contra de este representante de lo peor de los últimos veinte años de negociados y saqueos.
Así como nos solidarizamos con los emigrantes dominicanos que sufren el racismo y la persecución en EEUU, España y otros países, de la misma manera rechazamos las agresiones a los inmigrantes haitianos y de otras nacionalidades en nuestro país. No aceptaremos que los corruptos usen a los inmigrantes para tapar sus propios crímenes.
¡No a la impunidad, no al borrón y cuenta nueva!
Un comentario en “Abel Martínez usa la xenofobia y el racismo para tapar las denuncias de corrupción”