Movimiento Socialista de Trabajadoras y Trabajadores
El gobierno estrenará su aplastante mayoría en el Congreso discutiendo una reforma tributaria. Para nadie es un secreto que el actual modelo no solo es terriblemente injusto, además es insostenible. El gobierno se apoya en un endeudamiento externo acelerado y altísimos impuestos a la clase trabajadora mientras los capitalistas gozan de grandes exenciones, de más de 310 mil millones de pesos nada más en 2023. El esquema tributario dominicano es tan atrasado y regresivo que hasta el FMI y el Banco Mundial, instituciones imperialistas y neoliberales, tienen años planteándole al gobierno dominicano que tiene que cobrar más impuestos a los ricos y disminuir sus exenciones. Sin embargo, este gobierno, cuyo presidente y varios ministros tienen cuentas en paraísos fiscales para no pagar impuestos ni revelar sus vínculos de negocios, no tiene interés en realizar una reforma tributaria progresiva, para quitarle impuestos a la clase trabajadora y obligar a los capitalistas a pagar impuestos.
El presidente Abinader ha dicho que discutirá “con todos los sectores” y aplicará uno de sus famosos “pactos nacionales”. Pero ya tenemos muy malas experiencias con esos supuestos “pactos”. Por ejemplo, el gobierno impuso en 2021 el llamado “pacto eléctrico” privatizador, el mismo que antes había rechazado cuando gobernaba el PLD. Lo impuso a través de un Consejo Económico y Social dominado por los sectores empresariales, y empezó a aplicar brutales aumentos a las tarifas eléctricas. Solo reculó un poco en 2022 y frenó un poco el ritmo de los aumentos de las tarifas cuando lo obligaron las protestas populares. El “pacto fiscal” de hecho se anunciaba para el propio año 2022.
Por otra parte es este mismo gobierno que tiene cuatro años violando la ley al no ajustar la escala salarial para el pago del Impuesto Sobre la Renta (ISR), llegando a la situación absurda de que en 2024 personas que ganan apenas 34,735 pesos mensuales pagan 15% de ISR, mientras la canasta familiar promedio al 31 de marzo llegaba a los 45,101 pesos. ¡Al mismo tiempo muchas empresas de zonas francas, empresas hoteleras y megamineras ni siquiera pagan ISR aunque facturen millones de pesos en ganancias! Las exenciones tributarias a los capitalistas representan más del doble del presupuesto de salud y a eso hay que sumarle su enorme evasión de impuestos. El gobierno cobra altos impuestos a la clase trabajadora para subsidiar a los capitalistas que no pagan impuestos y para mantener privilegios grotescos de los altos funcionarios, como el cofrecito y el barrilito en el Congreso, y altos salarios como los de los directivos del Banco Central de más de un millón de pesos mensuales (1.8 millones de pesos en el caso del gobernador del Banco Central), o gastos aberrantes como 7.9 mil millones de pesos en publicidad oficial durante el año 2023. Por eso resulta tan cínico que el gobierno diga querer “erradicar la pobreza absoluta”.
Ya los capitalistas están promoviendo sus ideas en materia de reforma tributaria. Unos proponen cobrar ITBIS a más productos, incluyendo servicios médicos y medicinas. Otros como la AIRD piden mantener las exenciones que les benefician, lo cual significa entonces cobrar más impuestos a la clase trabajadora. Los “libertarios” de ultraderecha también quieren mantener las exenciones a los ricos.
Necesitamos un cambio radical. Pasos en la dirección correcta serían eliminar el ITBIS para todos los productos de consumo básico, eliminar las exenciones tributarias a los grandes capitalistas, aumentar el piso salarial para el cobro del ISR a por lo menos cien mil pesos mensuales, que es un poco más de dos canastas familiares; penalizar con impuestos especiales a quienes exportan capitales a paraísos fiscales para evadir impuestos. No pagar la deuda externa contraída por gobiernos corruptos para alimentar sus negocios, reducir drásticamente el gasto en publicidad oficial, confiscar las cuentas y propiedades de los corruptos, serían otros pasos para equilibrar las cuentas y parar el endeudamiento externo sin seguir aplicando el método del “Robin Hood al revés”, que ha sido la forma de gobernar del PRM y el PLD: robar a los pobres para dar a los ricos. Debe voltearse la tortilla, pero para lograrlo necesitamos organizarnos sindical y políticamente de forma independiente como trabajadoras y trabajadores.