La Voz de los Trabajadores

La noche del 31 de enero, una escuadra de esbirros de la Dirección General de Migración (DGM), ejecutando la política migratoria racista del gobierno nacional, detuvieron arbitrariamente al futbolista cubano Arichell Hernández en el trayecto entre el kilómetro 23 y el kilómetro 9 de la autopista Duarte. El fubtolista, que ha formado parte de la selección nacional de Cuba, salía de su entrenamiento con el Club Atlético Pantoja de Santo Domingo, del cual es integrante. Hernández ingresó legalmente al país por vía aérea con su visado, firmando un contrato de trabajo con el club dominicano, informó su entrenador Fernando García. El entrenador denunció que el futbolista fue objeto de tratos vejatorios y que sufrió una detención con incomunicación en el Centro de detención migratoria de Haina. Nuevamente se pone de manifiesto la orientación dictada por el gobierno perremeísta a los agentes policiales, militares y migratorios de realizar detenciones arbitrarias basándose únicamente en el perfilamiento racial, que convierte a todas las personas negras en «sospechosas», una práctica ilegal e inconstitucional que viola el principio de la presunción de inocencia y ha sido denunciada insistentemente en los últimos años. Las detenciones por parte de agentes no identificados y la incomunicación también son ilegales, ya que toda persona detenida tiene derecho a asistencia legal.

Medios nacionales informaron que directivos del equipo de fútbol se presentaron ante el centro de detención de Haina para consignar los documentos que demuestran el estatus migratorio regular del atleta, sin embargo no se les permitió acceder al detenido. También indicaron que la detención arbitraria se había producido porque las autoridades lo consideraron «haitiano», lo cual reafirma el carácter racista de la detención arbitraria. Las prácticas racistas de la DGM han sido denunciadas a nivel internacional, e incluso motivaron un alerta migratorio por parte de las autoridades estadounidenses dirigido a los ciudadanos de piel oscura de ese país ante el riesgo de sufrir maltratos y detenciones arbitrarias en República Dominicana. Muchas personas dominicanas negras también han sufrido ataques violentos, detenciones racistas e incluso desapariciones forzadas en el marco de la política de deportaciones masivas.

La DGM emitió un comunicado intentando justificar la detención, alegando que el atleta cubano carecía de documentos al momento de su detención. El comunicado no explica cual fue el criterio empleado para realizar la detención, lo cual deja intacta la denuncia de que se trató de una instancia de la práctica sistemática del perfilamiento racial.