La Voz de los Trabajadores
Los días 20 y 22 de enero, la Unión de Trabajadores Cañeros (UTC) denunció que la empresa estadounidense Central Romana, propiedad de los oligarcas cubano-estadounidenses de la familia Fanjul, continúa sus exportaciones hacia EEUU de manera fraudulenta, pese a las sanciones impuestas por la autoridad aduanera de EEUU en noviembre de 2022 por la constatación de trabajo forzoso en perjuicio de cañeros haitianos y dominicanos de ascendencia haitiana. De acuerdo con la denuncia de la organización sindical, las exportaciones se estarían realizando a través de la empresa CAEI, propiedad de la familia Vicini. Asimismo, la organización sindical plantea que la agencia Bonsucro brinda certificaciones a empresas que violan los derechos laborales, como la propia CAEI. Numerosos reportajes internacionales denuncian que las condiciones laborales en la industria azucarera dominicana no han mejorado luego de la imposición de la sanción a Central Romana, persisten la superexplotación, los bajos salarios, las pésimas condiciones en los bateyes y negación de las pensiones cañeras, pese a las exigencias de los trabajadores. Con el apoyo del gobierno derechista del PRM, Central Romana ha preferido concentrar sus esfuerzos en hacer lobby ante el gobierno estadounidense, invirtiendo al menos 231 mil dólares en empresas de cabildeo, en vez de respetar la legislación laboral nacional y los convenios internacionales.
«CAEI, al igual que Central Romana, tiene a miles de trabajadores viviendo con condiciones infrahumanas», expresaron los trabajadores cañeros afiliados a la UTC a través de un video, el 20 de enero, y rechazaron la certificación de buenas prácticas por parte de la agencia Bonsucro a CAEI. La denuncia contrasta con los esfuerzos de lavado de imagen por parte de CAEI, como la visita recibida en julio de 2023 por parte del encargado de negocios de la embajada estadounidense, Isiah Parnell.
En 2020, Bonsucro rechazó la certificación de Central Romana ante las denuncias de violaciones a los derechos laborales. Sin embargo, la misma agencia ha otorgado certificaciones a CAEI en el año 2015, a Alcoholes Finos Dominicanos en 2018, a la Finca Unidad en 2017; y a las empresas American Sugar Refining, C&H Sugar Company y Redpath Sugar, todas propiedad de la Corporación Fanjul, en los años 2015 y 2020. Por otra parte, los vínculos entre Central Romana y CAEI son notorios. En el año 2007, los capitalistas Vicini y Fanjul crearon el Grupo VIcini-Fanjul, para un proyecto de producción de etanol.
Extrañas distorsiones en el mercado azucarero dominicano luego de la sanción a Central Romana
EEUU es el principal mercado para la exportación de azúcar dominicana, con lo cual la prohibición de exportaciones de Central Romana a EEUU tendería a generar consecuencias como un excedente en el mercado local, cambios en los destinos de exportación del azúcar producido en República Dominicana, o posibles dificultades para suplir la cuota estadounidense de importaciones de azúcar asignada a República Dominicana. Pero en vez de ello, se ha generado una extraña combinación de escasez de azúcar en el mercado interno, un aumento de las importaciones de azúcar en República Dominicana y un cumplimiento de casi el 100% de las exportaciones de azúcar dominicanas a EEUU. El gobierno dominicano no ha dado una explicación pública a este extraño fenómeno.
Según el gobierno estadounidense, hubo exportaciones a EEUU estimadas en 215 mil toneladas métricas de azúcar durante la zafra 2020-21 y 190 mil toneladas métricas en la zafra 2021-22, con una producción superior a las 620 mil toneladas métricas y un consumo nacional de alrededor de 390 mil toneladas métricas, acumulándose además un stock de más de 137 mil toneladas métricas. República Dominicana fue beneficiaria de la mayor asignación de importación de azúcar a tarifa preferencial en EEUU en 2022, con una cuota de 185,335 toneladas métricas.
Según el gobierno dominicano, representado por el Instituto Azucarero Dominicano (INAZUCAR), la zafra 2022-23 presentó una caída del 22% en la producción, para una producción de 487 mil toneladas métricas, pero la reducción en el caso de CAEI fue de solo 4% (de más de 160 mil toneladas métricas a casi 154 mil toneladas métricas). Coincidiendo con las proyecciones estadounidenses, el INAZUCAR indica que en 2021-2022 hubo una producción de 625 mil toneladas métricas de azúcar. En 2023, la cuota de importación a tasa preferencial de azúcar dominicana en EEUU fue de 189 mil toneladas métricas y se cubrió en un 98%. Se exportó a ese país 186 mil toneladas métricas, por un valor de 119.6 millones de dólares. Según INAZUCAR la demanda nacional sería de 378 mil toneladas métricas, entre azúcar crudo y tipo refino. Si se resta esa cantidad a la producción de 487 mil toneladas métricas, queda un restante de 301 mil toneladas métricas, indicando un déficit de 77 mil toneladas métricas que se podría haber cubierto con el stock declarado de las empresas azucareras, superior a las 100 mil toneladas métricas.
En vez de recurrir al stock, INAZUCAR autorizó la importación, entre junio y septiembre de 2023, de 145 mil toneladas métricas de azúcar, entre los tipos crudo y refino, casi el doble del déficit de acuerdo con las propias cifras oficiales. Las irregularidades y distorsiones no terminan ahí. El Consejo de Defensa de los derechos del Comercio denunció una escasez de azúcar en el mercado nacional, quejándose de que la mayor parte del azúcar importada no se estaba distribuyendo al comercio local: de 22.5 mil toneladas del primer contingente se habría distribuido menos de 2 mil, menos del 10%. Este déficit, inexplicable a la luz de las cifras de producción, los stock y las importaciones, llevó a un aumento del precio del azúcar del 39% para la población dominicana. El gobierno de Abinader llegó al extremo de proponer a fines de 2023 una ley para habilitar la eliminación ejecutiva de aranceles para la importación de azúcar, aunque finalmente se retractó. Toda esta situacción contrasta con la no importación de azúcar durante la zafra 2020-21, antes de la sanción estadounidense a Central Romana. ¿Se importó azúcar durante 2023 para reexportarla y cubrir la cuota de exportación dominicana a EEUU y evitar que la cuota sea reducida en el futuro?
Esto no es todo. Como consecuencia de la sanción estadounidense a Central Romana, el gobierno dominicano redistribuyó la cuota de exportación a EEUU de dicha empresa, que era del 62.8% antes de la sanción, asignando en agosto de 2023 un 70.1% a CAEI (132 mil toneladas métricas) y 29.9% al Consorcio Azucarero Central (56 mil toneladas métricas). Sin embargo, la adjudicación de autorizaciones del gobierno dominicano para la molienda de caña en el año 2023-2024 demuestra que Central Romana sigue teniendo la mayor producción, estando autorizada para moler 3 millones de toneladas métricas de caña y producir 356 mil toneladas métricas de azúcar, mientras CAEI está autorizado a moler 1.3 millones de toneladas métricas de caña y producir 134 mil toneladas métricas de azúcar. El Consorcio Azucarero Central está autorizado a moler 650 mil toneladas métricas de caña y producir 77 mil toneladas métricas de azúcar, y el CEA 200 mil toneladas métricas de caña para producir 15 mil toneladas métricas de azúcar.
Eso significa que prácticamente toda la producción de CAEI y del Consorcio Azucarero Central este año tendría que destinarse a cubrir la cuota de exportación a EEUU, mientras que la producción de Central Romana y el CEA permitiría cubrir la demanda nacional. Sin embargo, las autoridades dominicanas y estadounidenses deben aclarar qué pasó durante con las importaciones durante el año 2023 y responder a las denuncias obreras sobre fraudes en las exportaciones a EEUU. Adicionalmente, el gobierno debe cesar su complicidad con los abusos laborales de las empresas azucareras, dejando de justificar y brindar cobertura política a las condiciones de semiesclavitud a las que son sometidos miles de trabajadores haitianos y dominicanos de ascendencia haitiana en la industria azucarera, cuya fuerza de trabajo llena las arcas de las familias capitalistas más acaudaladas del país.