La industria azucarera en Latinoamérica: riqueza, pobreza, ecocidio y crisis alimentaria

Hugo Cedeño

Pintura: Diego Rivera, «Caña de Azúcar» (1931)

Un poco de historia:

-La caña de azúcar es originaria de Nueva Guinea

-Los egipcios perfeccionaron su procesamiento y la empezaron a refinar

-Los españoles la trajeron a América expandiéndola a las zonas cálidas para exportar la producción.

La producción azucarera en algunos de nuestros países, incluyendo a República Dominicana, ha generado grandes riquezas para un sector económico súper poderoso. Hoy en día muchos empresarios azucareros anuncian hipócritamente que la crisis mundial produce pérdidas y que sus ganancias disminuyen. Pero ocultan la elaboración de productos derivados de la caña de azúcar que tienen mucha demanda y altos precios en el marcado nacional e internacional. Los empresarios cuentan con recursos financieros y políticos para poner en marcha un plan productivo al respecto. Algunos de esos productos son etanol, vinaza, vinagre, antisépticos, ácido glicólico, citrato de calcio, ácido cítrico, abono, para la industria textil, cosméticos, exfoliantes, electricidad, bebidas y confiterías. De manera compañeros y compañeras que por más que lloriquee el patrón, nunca confíe en él, porque tiene a su favor todas las instituciones del Estado burgués, la banca nacional e internacional y demás aparatos, para mantener y ampliar sus ganancias. 

Brasil es un ejemplo que así lo demuestra. De todos los países del continente donde se produce azúcar de caña, Brasil lleva la delantera y es el ejemplo de lo que estaría sucediendo en los demás. Entre 1985 y 2022 el Brasil incrementó sus actividades agrícolas en un 50 por ciento, sobre todo caña de azúcar y soya. La mayor cantidad se destina a la exportación. La actividad ocupa 283 mil millones de hectáreas. Los grandes ingenios son controlados por “barones del azúcar”. De capital nacional, internacional o mixto. La extensión monopólica de la producción viene desplazando a cientos de miles de productores independientes. También a los que usan trapiches artesanales para el autoconsumo y/o vender el jugo de caña en los mercados. Eso explica las grandes movilizaciones del campesinado brasileño que junto a los pueblos originarios y defensores de la ecología toman las calles para defenderse de la voracidad del capitalismo.

El actual modelo azucarero se vuelve más industrial e invierte en maquinarias. También compra insumos agrícolas que ofrecen las agro empresas.Los señores del azúcar gastan miles de millones de reales y dólares en asesoría de compañías especializadas en realizar estudios. Su objetivo es hacer crecer la rentabilidad de la producción para ganar más dinero. Con la tecnificación productiva llegan los monopolios de maquinarias, productos químicos, como herbicidas, fungicidas, y por supuesto los bancos internacionales que se asocian a la banca nacional y los políticos corruptos. Los productores independientes no pueden mecanizar la siembra, corte y transporte de la caña, porque generalmente los préstamos son con intereses sumamente altos. No tienen forma de competir con el gran capital. Crece la industria azucarera y aparecen los buitres de las transnacionales. La empresa Monsanto llegó a Brasil para investigar cuáles variedades de caña de azúcar son mejores en la producción etanol porque el mercado de autos en Brasil y el mundo que lo usa como combustible ha crecido. Ya publicitan el Corolla Cross que se mueve con Bio-Etanol. Monsanto, Conavieira, CanaVialis, Allelyx y otras, se especializan en buscar variedades para empresas brasileñas, como Odebrecht, que tiene plantaciones fuera de Brasil, por ejemplo, en Angola. Los negocios entre los grandes empresarios no los hace amigos, los capitalistas compiten entre sí y no tienen compasión en sacar a los demás de circulación. Monsanto terminó comprando las demás empresas por 280 millones dólares y se hizo dueña del mercado. Es mucho el dinero que mueve la actividad agrícola en Brasil.

Es una guerra entre carroñeros. A los carroñeros no les importa la suerte de los trabajadores ni la del resto de la población brasileña. Se van adecuando a las necesidades del mercado mundial. ¿Y la clase trabajadora? En todo ese proceso los capitalistas ven cómo la productividad y la ganancia crecen como verdolagas. Pero los trabajadores y trabajadoras azucareros siguieron recibiendo bajos salarios y sus condiciones laborales empeoraron. Muchos trabajadores mueren por agotamiento y el trabajo forzoso continúa siendo una práctica común. Las condiciones de trabajo son cada vez más horribles y brutales y mientras más poder tienen los empresarios la situación del proletariado empeora. Hace poco unos 2,000 trabajadores azucareros fueron liberados por una organización religiosa al estar en condiciones de trabajo forzoso, muchos de ellos son los llamados “trabajadores golondrina” porque trabajan por temporadas sin que la empresa tenga obligaciones laborales y de seguridad social frente a ellos.

Los gobiernos publicitaron que la expansión de la industria azucarera estaba asociada a un plan masivo de tecnificación productiva. Según los señores de la mentira, invertir en tecnología, aliviaría la situación de los trabajadores y trabajadoras cañeros y cañeras. Pero no es así. Los resultados son terribles para el proletariado, porque expulsa del mercado de trabajo cientos de miles. El desempleo favorece al patrón porque cuando tiene mucha presión puede acudir al mercado laboral para seleccionar nuevos trabajadores en condiciones de superexplotación, sin compromisos legales y aplicando “terrorismo empresarial” a los sindicatos independientes. Tienen control absoluto de los movimientos de los trabajadores y trabajadoras porque estos habitan en comunidades cercanas donde tienen “chupa media” que informan.

Otro elemento es el daño que producen estas grandes empresas al ecosistema, las comunidades agrícolas, los pueblos originarios, la cadena alimenticia y calidad y control sanitario de los productos que consumimos, la salud de los trabajadores y comunidades cercanas a las plantaciones, daños al agua de la superficie y el subsuelo, como las lluvias acidas, las inundaciones, etc.  Por eso, los luchadores y luchadoras hablan de ecocidio por el daño intencional e irreversible que provocan a la naturaleza y al ser humano. En fin, somos los trabajadores, campesinos y los pueblos empobrecidos los que pagamos las ansias de ganancias de los empresarios. Ni estos señores ni los gobiernos reconocen el aporte de quienes ponemos en marcha el ciclo productivo. Todo lo contrario, nos envían a nuestros hogares como bagazos y muchas veces, ni siquiera una pensión para sobrevivir.

Colombia, Guatemala, Costa Rica, Nicaragua, República Dominicana, El Salvador, Filipinas, México, Argentina son productores de azúcar de caña, en menor o mayor grado. Ninguno de sus empresarios y gobiernos ofrecen alternativas favorables a los trabajadores del azúcar, los pueblos y comunidades afectadas. Quien desee puede ingresar a cualquier página web para leer sobre las caravanas de hombres y mujeres del pueblo que ponen su vida en peligro para llegar a EEUU. También sucede con los dominicanos y haitianos que se lanzan a los mares en frágiles canoas huyendo del desempleo y la pobreza. Y lo que raya en la ridiculez es que nuestro país, de gran exportador de azúcar de caña, pasó ahora a importar desde Brasil parte de la que consumimos.

Países imperialistas, monopolios y aparatos financieros

La pobreza en los países del continente es creciente. Así lo confirma una institución imperialista, la ONU, que no puede ocultar la evidencia: 180 millones de habitantes del continente viven en la pobreza (un tercio de la población). De ellos 71 millones son indigentes (datos son 2016). La desigualdad ha crecido a tal punto que el 20 por ciento de la población más rica tiene ingresos per capita 20 veces superiores al 20 por ciento más pobre. Los países productores de azúcar de caña, son los que reflejan con mayor gravedad la situación, según la ONU. Entre estos Guatemala, Brasil y Honduras. Por su lado, la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) plantea que de 2016 a 2020 la pobreza creció a 209 millones de pobres. Al mismo tiempo que en estos últimos años con todo y el COVID-19, el número en la región aumentó de 61 a 91 entre 2020 y 2023. 

De manera que las caravanas de personas que se dirigen a EEUU corriendo todo el peligro que ustedes podrán imaginarse están integradas por ciudadanos y ciudadanas de Centroamérica, el Caribe y algunos de América del Sur, entre ellos Venezuela y Colombia. Los que llegan a Costa Rica desde Nicaragua a cortar café y caña de azúcar, los que vienen a República Dominicana desde Haití a laborar y se arriesgan a sufrir represión por parte de los gobiernos y aparatos de Estado, los dominicanos y haitianos que se lanzan en frágiles canoas al Mar Caribe, aquellos que cruzan la selva del Darién, considerada la más peligrosa del mundo, buscando un sueño, como diría, nuestro Juan Luís Guerra, forman parte de millones de ciudadanos y ciudadanas que perdieron la esperanza de vivir dignamente en sus respectivos países. América Latina es un continente rico. Solo Argentina tiene capacidad de producir alimentos para 600 millones de personas y sin embargo 65 de cada cien niños y niñas padecen hambre. Entonces, los que andan diciendo que el futuro de los trabajadores y las grandes mayorías depende de los que controlan el poder económico y político en nuestros países y el mundo, están mintiendo. Y pobres de aquellos y aquellas que confían en estos señores. Porque nunca podrán tomar el cielo por asalto y construir su propio reino.

Compañeros trabajadores y trabajadoras, si vencemos los problemas que dificultan “virar la tortilla” podemos triunfar. Es decir, si nos organizamos democráticamente, creando organismos desde abajo y construimos dirigentes que no se atrevan a pactar con la patronal o el gobierno. Que sea la base reunida en sus asambleas quien decida cómo podríamos explotar nuestros recursos naturales de manera sustentable, estatizados y controlados por los trabajadores y trabajadoras, así como las comunidades. Para lograrlo debemos acabar con la banca, los pool de siembra, el monopolio de grandes extensiones de tierra, el monocultivo exportador, como el azúcar, que se traduce en dependencia alimentaria e instrumento de las naciones imperialistas para el bloqueo comercial y las presiones políticas. En fin, necesitamos recuperar nuestra soberanía e independencia nacionales en cada uno de nuestros países, para poder decidir con toda libertad y de manera democrática nuestro destino. Sin ataduras imperialistas, burguesas o burocráticas donde sea el proletariado organizado quien dirija el tren que conduce a una nueva sociedad y a una nueva forma de relación entre los seres humanos.

Fuentes
 
1- La maquinaria agrícola, cada vez más pesada, está aplastando los suelos fértiles, Tim Folger. Publicado el 22 de julio de 2022.

2-Brasil y los nuevos emporios azucareros. GRAIN, 12 de julio de 2009, Revista Biodiversidad.

3-Caña de azúcar un cultivo de importancia para México. Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, 13 de marzo de 2021.

4-Guatemala, http://www.azucar.com.gt
 
5-Crisis y deterioro laboral en la agroindustria azucarera de Tucumán durante la segunda mitad del siglo XX, Ariel Osatinsky

6-Trayectorias y resistencias de los trabajadores del azúcar en el ingenio Ledesma. Lucía Danser

7-Honduras y Nicaragua buscan posicionar su azúcar en la Unión Europea. Clara Villatoro. Corresponsal de Legiscomex.com. Centroamérica

8-Brasil: la superexplotación del trabajo en el siglo XXI. 3 julio, 2018 por Tercer Mundo. Mundo do Trabalho.

9- https://www.france24.com/es/am%C3%A9rica-latina/20220609-brasil-aumento-hambre-pobreza-bolsonaro

10- https://www.zafran.com.ar/azucar/impacto-del-azucar/

11- https://procana.org/site/subproductos-y-derivados-de-la-cana/

12- http://consuelocity.com/m.aspx?id=8654

13- https://www.cea.gob.do/index.php/sobre-nosotros/historia

14- https://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1405-22532011000100006

15- https://www.fao.org/3/X4988E/x4988e15.htm

16- https://grain.org/es/article/6961-el-negocio-del-hambre-en-america-latina

17- https://ail.ens.org.co/opinion/condiciones-de-trabajo-y-salud-en-el-cultivo-de-cana-de-azucar/

18- https://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1665-85742010000100006

19- https://ve.usembassy.gov/es/situacion-de-la-produccion-del-azucar-en-venezuela/

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