Nos solidarizamos con la lucha de la comunidad inmigrante en EEUU contra las deportaciones masivas

Movimiento Socialista de Trabajadoras y Trabajadores

La política racista y xenófoba del gobierno de Trump contra la comunidad inmigrante ha precipitado una masiva protesta popular en Los Ángeles y decenas de ciudades estadounidenses. Miles de personas han tomado las calles contra las deportaciones masivas, superando la represión policial, a lo que el gobierno ultraderechista ha respondido enviando militares a reprimir. Trump viene agitando el odio racial contra la comunidad inmigrante y adoptando medidas aberrantes como detener a personas inmigrantes y enviarlas a los calabozos de la dictadura salvadoreña de Bukele, o separar a familias, detener a mujeres embarazadas, realizar allanamientos sin orden judicial y detener a infantes sin compañía de sus familiares. Estas políticas afectan a la comunidad inmigrante latinoamericana y caribeña en EEUU y Puerto Rico, así como de origen africano y asiático, afectan también a la diáspora dominicana y guardan grandes similitudes con las políticas neotrujillistas del gobierno de Abinader contra la comunidad inmigrante haitiana.

Condenamos la militarización, con el despliegue de guardias nacionales y marines, en California para aplastar a sangre y fuego las justas protestas. Rechazamos el auge de la brutalidad represiva y racista, como el ataque policial del 8 de junio en la comunidad de Bushwick contra la comunidad puertorriqueña mientras celebraba luego del desfile del día nacional de Puerto Rico en Nueva York. De igual forma condenamos la elaboración de listas de países con prohibiciones de viaje y el uso de la policía migratoria para la persecución política contra estudiantes que se oponen al genocidio sionista y se solidarizan con el pueblo palestino. Apoyamos la exigencia de desmantelar el aparato represivo de ICE.

Entre los antecedentes recientes de este gran movimiento de protesta están las protestas de Black Lives Matter de 2020 y las grandes movilizaciones contra el genocidio israelí apoyado por EEUU en Palestina. Tanto el gobierno ultraderechista de Trump como su antecesor demócrata Biden impulsaron políticas contra la comunidad trabajadora inmigrante y han sido corresponsables del genocidio sionista contra el pueblo palestino. En las protestas populares actuales confluye el rechazo a las deportaciones masivas y la condena al genocidio que lleva a cabo Israel con apoyo estadounidense.

Desde la República Dominicana, un país que sufre desde 2021 una campaña de deportaciones masivas incluso más severa y brutal que la que adelanta Trump, con incontables casos de torturas, asesinatos y violaciones sexuales por parte de los esbirros policiales y militares, en el marco de un Estado de excepción ilegal que ha destruido las garantías constitucionales, como el derecho a la defensa, saludamos la oposición popular en EEUU y Puerto Rico a las deportaciones masivas. Estas protestas son expresión de la verdadera solidaridad de clase entre trabajadores de diferentes nacionalidades. Mientras el gobierno de Abinader calla y es incapaz de defender a la diáspora dominicana que sufre las detenciones arbitrarias y deportaciones, particularmente en Puerto Rico las expresiones de apoyo a la comunidad inmigrante dominicana y de repudio a la colaboración de la gobernadora Jenniffer González con los represores migratorios de ICE, han sido muy importantes.

Sigamos el ejemplo de este movimiento de protesta contra las deportaciones masivas, y salgamos a las calles también en República Dominicana en defensa de la dignidad y la igualdad, contra el racismo y la represión, por la unidad de la clase trabajadora. La solidaridad se expresa en las calles, poniendo el cuerpo contra la persecución racista de los gobiernos derechistas, como los de Trump y Abinader.

Con la unidad obrera y popular en las calles podemos derrotar la barbarie ultraderechista, poner fin a las deportaciones masivas y hacer valer los derechos de la clase trabajadora, como parte de la lucha por una sociedad socialista sin explotadores ni explotados.

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