El aumento salarial del 10% conquistado por la ADP confirma que vale la pena luchar

Eugenio Blanco*

La ADP luchó de nuevo y con mucha fuerza. La experiencia ha demostrado una vez más que para lograr que el Gobierno tome cualquier mínima medida a favor de la educación hay que salir a las calles a exigirle que cumpla su deber. Afortunadamente, contamos con un sindicato que defiende sus derechos y que se moviliza. Eso es precisamente lo que más necesitamos: ¡Que la clase trabajadora se una y luche por un mejor país! 

El aumento salarial del 10% conquistado ciertamente no llena las expectativas de las y los docentes, ya que está por debajo de la inflación acumulada desde el anterior aumento, lo que representa una flagrante violación por parte del Gobierno de los acuerdos firmados con la ADP. A pesar de ello, se demostró nuevamente que las asambleas y marchas masivas son la única forma de defender nuestros derechos, y que el gremio queda fortalecido para las futuras luchas, pese a todos los intentos de este gobierno pro-empresarial de desacreditarlo y destruirlo.

Atendiendo al acuerdo firmado entre el gobierno y la ADP en 2021 y ratificado en octubre del año pasado, la ADP fue al diálogo con el MINERD para deliberar sobre la implementación de los 20 puntos que acordaron en 2021. Desde entonces se había acordado que esa revisión se realizaría en abril de este año, por lo que la insinuación del Gobierno de que había motivaciones electorales en los reclamos era evidentemente deshonesta. El MINERD quiso evadir el proceso, alegando aviesamente que esto era para “hacer política”. Esto provocó que el diálogo se incidentara y que la ADP haya tenido que recurrir a la movilización, simplemente para lograr que el Gobierno cumpliera lo que ya había firmado años atrás. Precisamente en el acuerdo de 2021 se establecía que habría dos aumentos salariales, uno en 2022 y otro en 2024, y que serían en base a la inflación acumulada. Es así como se llega a la exigencia de un aumento salarial del 20%, dado que la inflación acumulada de los años 2022 y 2023, más la previsión oficial para el año 2024, es de aproximadamente 19.5%. No era una exigencia desproporcionada, como querían presentarla las bocinas antisindicales del gobierno; era simplemente un ajuste por inflación.

El MINERD ha venido aplicando una serie de políticas que atentan contra el avance de la educación dominicana. No ha sabido manejar el presupuesto eficientemente. Ha habido corrupción, dejadez, malgasto y dilapidación de recursos. Recordemos que se le obsequió más de 13 mil millones de pesos al PNUD para “asesorar” la compra de equipos electrónicos para la educación a distancia, dejando luego cientos de miles de equipos abandonados en los almacenes. Se han nombrado a familiares de altos funcionarios como botellas para cargos inexistentes; se entregaron contratos millonarios para libros digitales a testaferros, mientras miles de libros físicos están abandonados desde hace años en los almacenes del ministerio. El año pasado el MINERD transfirió fondos de su presupuesto a otros ministerios dizque porque no había en qué invertirlos, lo que evidencia la falta de planificación y de conocimiento de todas las precariedades que están sufriendo nuestras escuelas. Además de esto, miles de millones de pesos han sido tirados a la basura con libros mal hechos, por culpa de favorecer a los allegados de las autoridades de turno. Otros tantos millones se van en cargos fantasma en todos los estamentos del MINERD, como parte del tradicional clientelismo corrupto, al mismo tiempo que hay déficit de personal en las escuelas, escuelas en mal estado o a medido construir. Los millones que maneja el MINERD se van a unos cuantos bolsillos y la calidad de la educación sigue estancada. ¿Y se atreven a decir que no hay dinero para ajustar los salarios de la docencia por la inflación acumulada, como afirmó el ministro Hernández? Los culpables de este desastre son las autoridades gubernamentales del presente y del pasado.

El gobierno nos quiere hacer creer que no hay suficiente dinero para resolver los problemas de la educación, pero no hace mucho nos decían que había que eliminar el 4% del PIB para la educación, que fue una importante conquista social, porque no saben en qué invertir. Aquí hay dinero. Con el 4% del PIB, que el gobierno tiene la obligación legal de asignar a la educación, se puede avanzar para resolver todos y cada uno de los puntos que se acordaron en 2021, que apuntan a mejorar la educación. Sin embargo, comprobamos que no hay voluntad política real en este gobierno y que, para evadir su responsabilidad, pretenden culpar a la docentes de los problemas. El pueblo dominicano no caerá en esa manipulación.

El MINERD quiso manipular a la opinión pública diciendo que los maestros sólo quieren “más y más dinero”. Era su estrategia de quitarle legitimidad a las reivindicaciones de la ADP, como si ganar un sueldo justo fuera algo malo. Si a salarios nos referimos, el MINERD y el Gobierno tienen todas las de perder. El salario de la mayoría de la clase trabajadora no cubre la canasta familiar, y los maestros no escapan a esta penosa realidad. A aquellos maestros que se encuentran en el 4to quintil con un sueldo de 34 mil a 52 mil pesos, el gobierno les roba parte de sus salarios a través del cobro ilegal del ISR con una escala no indexada a la inflación desde 2017, mientras le deja de cobrar en exenciones tributarias a los grandes ricos del país más de trescientos mil millones de pesos anuales. Por eso es lógico que EDUCA, un apéndice del CONEP que busca la privatización de la educación, salga a defender con uñas y dientes al MINERD y ataque mezquinamente a la ADP. Los de EDUCA se quedan callados ante la desastrosa gestión del MINERD; no dijeron nada sobre el tollo de los libros y los aparatos electrónicos; no dicen nada sobre los cargos fantasmas y el déficit de personal del MINERD. Son cómplices del mal estado de la educación.

Al final, pese a toda la campaña orquestada por el gobierno y sus cómplices, la ADP pudo lograr un aumento salarial de un 10%, que es poco todavía y que habrá que seguir luchando para recuperar lo retrocedido ante la inflación. También se continuará luchando para que el MINERD honre compromisos que, de antemano y por oficio, debería estar resolviendo desde hace años, como la situación de la infraestructura y el equipamiento de las escuelas, la evaluación del desempeño docente, la eliminación de los pagos de licencia, el establecimiento de un banco de sustitutos y que se complete el aumento a los jubilados y pensionados.

La lucha de la ADP mostró que la clase trabajadora no puede quedarse de brazos cruzados, que debemos unirnos y fortalecer nuestros sindicatos, defendiendo su carácter combativo y digno. La lucha no se terminó. Debe seguir hasta tanto el MINERD cumpla con todo lo que se comprometieron a resolver. Ya sabemos que son propensos a incumplir todo lo que firman. En cualquier momento vuelven con el cuento de que no hay dinero, mientras miles de millones se van para pagar una deuda externa fraudulenta contraída por gobiernos corruptos para sus negocios; mientras se despilfarran miles de millones de pesos, más que nunca antes, en propaganda gubernamental reeleccionista; mientras se desvía el 4% de la educación para otros gastos. Los ejemplos sobran para demostrar que este es un gobierno que se recuesta en la clase trabajadora, exprimiéndola para beneficio de los ricos. Por eso les molesta tanto que la ADP exija mejores condiciones salariales para los maestros y que lo logre saliendo a las calles. Y por esas mismas razones debemos continuar la lucha en defensa de nuestros derechos laborales y de la educación.

*Militante del MST

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