Movimiento Socialista de Trabajadoras y Trabajadores
Ilustración: Balfour Kerr
En junio dirigimos una carta abierta a las organizaciones Opción Democrática (OD), Frente Amplio (FA) y Movimiento Patria Para Todos y Todas (MPT), planteando la importancia de avanzar hacia una candidatura presidencial unificada y discutir públicamente un programa alternativo ante la tríada derechista del PRM, el PLD y la FP. En ese sentido, consideramos necesario “un frente sin capitalistas, sin conservadores, misóginos o racistas”, que por lo tanto no apoyara en primera o segunda vuelta a Abinader, Leonel Fernández o Abel Martínez y se planteara claramente como la futura oposición del gobierno que encabezara cualquiera de ellos. Además, que la campaña expresara un claro apoyo a las luchas sociales en curso y una oposición a la política antiobrera y antipopular del actual gobierno.
Si bien no hubo un acuerdo sobre la cuestión de una candidatura presidencial unitaria, nuestro planteamiento tuvo una amplia difusión y recibimos una respuesta escrita por parte de Minou Tavárez, presidenta de OD, y nos reunimos con dirigentes del MPT.
En su carta, Tavárez plantea que desde OD comparten la valoración de que “las políticas del actual gobierno… no se diferencian de las políticas neoliberales de los gobiernos que le precedieron ni del resto de los partidos dominantes que hoy controlan el sistema electoral”. Acompañó su carta un documento titulado “Doce compromisos mínimos”, con objetivos como un aumento sostenido de los ingresos hasta “garantizar que todos los salarios del país permitan acceder a la canasta básica familiar”, mejorar la calidad educativa y de la salud; pensiones universales, promover la producción circular para proteger los ecosistemas y transformar la matriz energética; promover la soberanía alimentaria y la agroecología; un sistema tributario progresivo; exigir verdad, justicia y reparación por los crímenes de lesa humanidad y violaciones de DDHH del Estado dominicano; la igualdad de derechos y oportunidades y la no discriminación.
Por su parte, el MPT nos hizo llegar su programa mínimo de gobierno, suscrito conjuntamente con otras organizaciones de izquierda. Es un documento extenso que contempla objetivos como desplazar del control del Estado a los partidos tradicionales y sus aliados, confrontar y superar el orden patriarcal, la desigualdad social, la destrucción del ambiente, construir un Estado democrático, impulsar una Asamblea Constituyente, construir una economía solidaria popular, defender el derecho a la sindicalización, la igualdad de género, promover un plan de viviendas, defender el derecho a la salud, la educación y la seguridad social, desarrollar relaciones amistosas con Haití y oponerse a la discriminación, la xenofobia y el racismo.
Está claro que en ambas síntesis programáticas hay bastantes elementos comunes con los planteamientos que hicimos en nuestra carta abierta y que venimos planteando en nuestra actividad política cotidiana. También hay diferencias, como es lógico entre organizaciones de diferentes tradiciones políticas. Para no alargar innecesariamente su explicación, nos concentraremos en dos. En un sentido estratégico, tal y como planteamos en la carta enviada a los partidos, “creemos que la salida de fondo para lograr la justicia social y la sostenibilidad ambiental en nuestro país y en el mundo es la democracia socialista en la que finalmente la clase mayoritaria, que es la clase trabajadora, ejerza el poder”. Los programas de OD y el MPT apelan a un sujeto político diferente, conformado por elementos de todas las clases sociales.
Esa diferencia se refleja a su vez en la táctica electoral. Desde el MST creemos que es necesario un deslinde claro respecto de los partidos de este régimen antidemocrático, corrupto y subordinado al imperialismo. Creemos que una experiencia interesante de la que se puede aprender es la del Frente de Izquierda y de Trabajadores-Unidad de Argentina, integrado por cuatro partidos socialistas. Sin aliarse a los partidos del sistema, dicho frente ha conquistado cinco diputados nacionales en el Congreso, con un programa explícitamente anticapitalista. Las y los diputados de dicho frente utilizan su espacio en el parlamento para amplificar el apoyo a las luchas sociales, solidarizarse con los pueblos que resisten, como el pueblo palestino, y presentar proyectos de ley que reflejan los intereses de las mayorías populares y obreras. Aunque no se aprueben, esos proyectos cumplen una función de agitación y esclarecimiento político. Ante el nuevo gobierno ultraderechista de Milei, que tiene tanto en común con el neotrujillista y privatizador Abinader, esa izquierda jugará un importante papel opositor en las calles y en el Congreso.
El Frente Amplio y Opción Democrática han establecido alianzas o acuerdos electorales con partidos de la derecha dominicana. El primero tiene acuerdos con la coalición que encabeza el PRM y el segundo tiene acuerdos con el PLD, FP, PRD, PDI, FA y BIS, entre otros. El Movimiento Patria para Todos y Todas, por su parte, concurre a las elecciones junto a organizaciones de izquierda que no han sido reconocidas por la JCE.
En este escenario, para expresar el rechazo tanto al PRM, como al PLD y la FP, cuyos gobiernos han sido igualmente nefastos y que junto al resto de la derecha reflejan la descomposición neotrujillista del régimen, consideramos que la única expresión de voto disponible es para el Movimiento Patria para Todos y Todas (MPT), pues representan la única posición independiente desde la izquierda, sin acuerdos ni alianzas con los partidos que han sido históricamente nuestros verdugos. Votaremos y llamamos a votar por las candidaturas del MPT, más allá de las diferencias que hemos mencionado, y a continuar construyendo una organización política socialista para luchar por el cambio de sistema que necesitamos para poder dar respuesta a las apremiantes necesidades de la juventud, las mujeres, las comunidades populares y todo el pueblo trabajador.
Un comentario en “El MST ante las elecciones de 2024”