Ingrid Luciano

Fulgencio Severino, presidente del MPT

Juan Dionicio Rodríguez, presidente del FA

Minou Tavárez Mirabal, presidenta de OD

Reciban un cálido saludo,

Nos dirigimos a ustedes por tratarse de organizaciones que han planteado candidaturas a nivel presidencial para los próximos comicios del 2024. Es nuestro interés, con esta carta, aportar al diálogo franco y respetuoso entre el activismo de izquierda, de cara a fortalecer ante el pueblo dominicano alternativas que reflejen sus necesidades más urgentes.

Consideramos que los procesos electorales de 2024 se realizarán en el marco de crudas políticas privatizadoras, antiobreras y antipopulares, que aumentan la desigualdad y el estancamiento salarial. Con esas políticas, Luis Abinader aspira a la reelección y está utilizando todo el aparato del Estado para su campaña de tipo clientelar, como ha sido la tradición desde el siglo pasado. Programáticamente, no se diferencia del candidato de la Fuerza del Pueblo, Leonel Fernández, ni del peledeísta Abel Martínez: todos aspiran a cumplir su rol como guardianes y promotores de los intereses de los capitalistas locales y extranjeros, los saqueadores de los recursos naturales y explotadores de la clase trabajadora. También aspiran a mantener al país subordinado políticamente a los Estados Unidos.

Si entre sus organizaciones se logra acordar una candidatura presidencial unitaria, así como candidaturas unitarias a los demás cargos a elegir, se fortalecería esa alternativa. Entendemos que ha habido algunos avances en esa dirección. Nuestro interés es clarificar su visión, y aportar la nuestra, sobre qué tipo de frente, qué tipo de campaña y qué tipo de programa se debe presentar al pueblo dominicano.

En primer lugar, creemos que es importante que se plantee como un frente sin capitalistas, sin conservadores, misóginos o racistas, cuya independencia política se exprese en el compromiso de no brindar ningún apoyo a Luis Abinader, Leonel Fernández o Abel Martínez ni en primera ni en segunda vuelta, y de constituir una vigorosa oposición al eventual gobierno de cualquiera de ellos. Hablamos entonces de la posibilidad de una campaña unitaria desde una perspectiva de intransigente oposición al actual gobierno y de apoyo activo a las luchas sociales. 

El pueblo dominicano sigue luchando, pese a la dispersión y a un cierto clima de despolitización neoliberal. Las calles se han llenado con manifestaciones contra las ARS y las AFP, los gremios de médicos, docentes y enfermeras vienen luchando por sus derechos. Los pueblos y ciudades del Cibao han realizado paros, toda la geografía nacional está cubierta por conflictos ambientales en los que la gente resiste a los embates depredadores del gobierno y los capitalistas. Los trabajadores de la empresa imperialista china CORMIDOM y del Metro de Santo Domingo han paralizado labores recientemente. Ha habido movilizaciones contra los asesinatos perpetrados por la corporación mafiosa llamada Policía Nacional o por los derechos de las mujeres a decidir sobre sus cuerpos. En muchas de estas luchas participan nuestras organizaciones.

Una alternativa electoral abanderada con los intereses de las mayorías explotadas y oprimidas del país debe colocar la campaña al servicio de las luchas sociales. Incluso abriendo espacios para la participación de candidaturas independientes de las y los activistas de esas luchas sociales. Fortalecer las luchas es abonar al necesario cambio en la correlación de fuerzas sociales que posibilite derrotar a la derecha perremeísta, leonelista y peledeísta.

A su vez, esta coalición o frente puede ser un vehículo para la politización si asume la discusión abierta y pública entre sus integrantes sobre cuál es el programa que mejor responde a los principales retos actuales del pueblo trabajador. Es en esa intención que nos gustaría conocer las definiciones programáticas que están planteando sus organizaciones ante algunos temas que consideramos centrales.

Entendemos que sobre el carácter de la alianza electoral, el tipo de campaña electoral a realizar y su programa existen diferencias y matices entre las organizaciones. Pero creemos que es constructivo que esas diferencias se debatan de manera pública, con franqueza y respeto. Así se ayuda a profundizar el nivel del debate de cara al proceso electoral y se fundamenta la unidad de acción en ese terreno sobre bases más sólidas que los meros cálculos electorales. Es así que lo que sigue presenta inquietudes sobre las cuales les animamos a responder desde sus diversas organizaciones, así como a generar espacios de encuentro para abordarlas.

-Ante la miseria salarial y la ausencia de libertad sindical, ¿qué proponen para impulsar la organización sindical democrática y autónoma de la clase trabajadora? ¿Están de acuerdo con establecer un salario mínimo único que se actualice anualmente y que permita cubrir las necesidades básicas de quien trabaja?

-¿Están de acuerdo con la eliminación de las ARS y AFP, cumplir con el 5% del PIB para la salud y que el Estado garantice una seguridad social universal? ¿Concuerdan con la necesidad de revertir las privatizaciones y fideicomisos que han impuesto en las últimas décadas los gobiernos del PLD y el PRM?

-Ante la estructura tributaria regresiva, que pesa sobre los hombros de la clase trabajadora y exime cientos de miles de millones de pesos cada año a los capitalistas, ¿están de acuerdo con una reforma tributaria progresiva que elimine esas exenciones a los capitalistas, elimine el ITBIS para los productos básicos y garantice que nadie que gane menos del costo de la canasta familiar pague ISR?

-Ante el auge de políticas neotrujillistas como las deportaciones masivas y la extorsión generalizada contra la comunidad inmigrante haitiana, la negación de las pensiones a los cañeros, la desnacionalización de las personas dominicanas de ascendencia haitiana, la construcción del muro fronterizo, la legalización del partido trujillista PED, la incorporación del esbirro Ramiro Matos a la Academia de la Historia y la transformación del Instituto Duartiano en una cueva del neofascismo, ¿están de acuerdo con restituir la nacionalidad a las personas afectadas por la sentencia racista 168-13, promover un verdadero plan de regularización de inmigrantes, recortar el gasto militar, eliminar el Concordato, impulsar la aplicación de la ley 5880 que penaliza la apología del trujillismo y derogar las denominaciones honoríficas de Balaguer como supuesto propulsor y padre de la democracia, así como impulsar una comisión por verdad, justicia y reparación para víctimas del trujillato y el balaguerato?

-¿Están de acuerdo con impulsar una Asamblea Constituyente para dotarnos de una nueva constitución?

-Ante el aumento del déficit de viviendas, del alto costo de las viviendas y de los alquileres, así como los desalojos arbitrarios y violentos del gobierno en barrios y zonas rurales, ¿están de acuerdo con impulsar un plan de construcción de viviendas populares, regular los alquileres, detener los desalojos arbitrarios y realizar una reforma urbana que garantice la propiedad de sus viviendas a millones de personas que viven desde hace décadas en ellas?

-Es sabido que el endeudamiento externo ha sido un mecanismo que ha alimentado los peores negocios corruptos, como los de Punta Catalina y los Tucanos. ¿Desconocerían el pago de deudas contraídas y robadas por corruptos?

-¿Están de acuerdo con la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo hasta la semana 14? ¿Reconocerían la plena igualdad de derechos civiles a las personas de la comunidad LGBT e impulsarían medidas de inclusión como cuotas laborales?

-Ante la terrible crisis ambiental y climática que azota a nuestro país y al mundo, ¿están de acuerdo con cancelar los nuevos proyectos de saqueo megaminero y nacionalizar las minas existentes? ¿Están de acuerdo con prohibir el plástico de un solo uso, expulsar a las barcazas contaminantes de Azua y cancelar la concesión petrolera mar adentro frente a San Pedro de Macorís?

Sin pretender ser exhaustivos, estos son algunos de los temas que consideramos nodales. Desde nuestra organización creemos que la salida de fondo para lograr la justicia social y la sostenibilidad ambiental en nuestro país y en el mundo es la democracia socialista en la que finalmente la clase mayoritaria, que es la clase trabajadora, ejerza el poder. Entendemos que otras organizaciones en la izquierda pueden tener visiones diferentes, pero más allá de ello, en la actual coyuntura creemos que es posible aunar esfuerzos en una campaña unitaria pero diversa, abierta a los debates y con ciertos acuerdos fundamentales, poniendo en el centro las luchas y necesidades fundamentales del pueblo. A través de esta carta intentamos aportar en esa dirección.

Fraternalmente,

por la militancia del Movimiento Socialista de Trabajadoras y Trabajadores (MST),

Ingrid Luciano